sábado, 19 de abril de 2014

¿Diálogo de paz?

               


EL UNIVERSAL


¿Diálogo de paz?

Un show televisivo es lo que ofrece el Gobierno a cambio de que apacigüen a los "radicales"

OSWALDO PÁEZ-PUMAR |  EL UNIVERSAL
sábado 19 de abril de 2014  12:00 AM
Hace dos años vio la luz el libro titulado "Apaciguamiento" cuyo autor es Miguel Ángel Martínez Meucci donde se describe prolijamente las idas y venidas por la paz entre la oposición y el Gobierno. Un camino de varios años. Es un trabajo académico cuya lectura recomiendo para que se perciba la diferencia entre la paz y el apaciguamiento.

Un diálogo para ser útil requiere necesariamente que se hable el mismo lenguaje. Hoy no es posible un diálogo con el Gobierno para alcanzar la paz porque no está interesado en ella. Su objetivo es la subyugación de la población, su sometimiento a una casta gobernante que promete alcanzar la felicidad y que probó su falsía después de tres cuartos de siglo en la URSS y medio siglo en Cuba.

El objetivo del Gobierno es el apaciguamiento, que no es otra cosa que sosegar y aquietar y por lo tanto la participación en ese mal llamado diálogo no contribuye a la paz, sino a la posposición del enfrentamiento que busca para ganar fuerza porque se sabe débil, no por falta de capacidad de fuego, sino porque carece de legitimidad y lo sabe, pues ha ejercido el poder en sistemática violación de la Constitución. Baste mencionar la oculta nacionalidad de quien ejerce de facto la presidencia, la injerencia cubana y los cuerpos armados paralelos en nómina presupuestaria.

La paz solo puede ser el resultado del respeto mutuo y quienes ejercen el poder descalifican a quienes lo adversan con toda clase de epítetos. No hay respeto sino desprecio. A ese desprecio, sostenido durante estos 15 años se agrega hoy la incapacidad del interlocutor para asumir y cumplir compromisos, porque está sometido al tutelaje que ejerce Cuba y Castro sobre él. Si hay quien estime útil la apertura del diálogo no puede ser para oír los gritos de Maduro o Diosdado. El diálogo tendría que ser con Castro y en el temario la evacuación de las fuerzas de ocupación. Si el decreto de guerra a muerte de Bolívar tuvo justificación, que podemos decir frente a esa fuerza invasora.

No puedo concluir sin rechazar el diálogo en cadena de televisión. Un diálogo real es a puertas cerradas. Un show televisivo es lo que ofrece el gobierno a los ayunos de imagen a cambio de que apacigüen a quienes descalifica como radicales.

opaezpumar@menpa.com

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