Polarización en el Día del Trabajador
EL UNIVERSAL
jueves 2 de mayo de 2013 12:00 AM
"No me da la gana una dictadura como la cubana". Esta fue la consigna que Víctor Márquez, presidente de la APUCV, quien cerró con su intervención la marcha convocada por Fadess y CTV, invitó a la multitud congregada en Chacaíto a hacer suya.
"Denunciamos el terrorismo laboral por parte del Estado, proliferación de sicarios. Ayer vimos a un diputado suplente (Michael Reyes, PSUV) agrediendo brutalmente a Julio Borges, ese es un sicario malandro", afirmó Márquez y denunció la "criminalización de la protesta".
En cuanto a la tarea de los trabajadores, Márquez les conminó: "es esencial levantar la bandera de la lucha para un aumento general de sueldos, suficientes para una vida digna y que cubra a los trabajadores sus necesidades materiales sociales e intelectuales".
Llamó a tener muy claros los derechos que la Constitución consagrada a todos, especialmente a la masa laboral.
"La Constitución dice que el salario mínimo tiene que estar acorde con la canasta básica, pues entonces ¡tiene que estar por encima de 9 mil bolivares!".
"Reclamamos una política que proteja al transportista y acciones para fomentar la economía popular" recalcó Márquez. "Las reivindicaciones laborales ¡no se mendigan! Nuestros derechos están en la Constitución, se exigen, se reclaman y se defiende", reclamó el dirigente gremial de los profesores universitarios.
Destacó que "la unidad por la base es la fórmula para lograr nuevas conquistas".
En contraposición, en la movilización y en la posterior concentración oficialista lo que se escucharon fueron más consignas en contra de la oposición y su líder, Henrique Capriles Radonski, que reivindicaciones y exigencias laborales.
El presidente Nicolás Maduro, durante su discurso no dedicó ni un minuto a informar el contenido del esperado Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, el cual firmó ayer mismo, en cambio dedicó buena parte de su intervención a fustigar a sus adversarios.
El Jefe del Estado acusó a sus rivales de estar "conspirando para derrocar al Gobierno bolivariano" y de estar secuestrados por "un pequeño grupo de la derecha fascista que los está llevando a un proyecto fascistoide, de ultraderecha, entreguista de los amos del Valle".
Pese a lo ocurrido el martes en la Asamblea Nacional y a lo mostrado por los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el mandatario negó que Venezuela esté polarizada y, por ende, se necesite un diálogo.
"El país no está polarizado, lo que está es movilizado. Tenemos una democracia movilizada con el pueblo protagonista en la calle", afirmó.
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