EL UNIVERSAL
ENTREVISTA GIOCONDA ESPINA, COFUNDADORA DEL CENTRO DE ESTUDIOS DE LA MUJER UCV
"Miss Venezuela,
es la vía rápida a la fama"
"(Iris Varela) ante una crisis severa lo que se le ocurre es un concurso de belleza en las cárceles" "Los mejores no son los que están arriba.... Acá vale más una agenda telefónica buena que 200 títulos universitarios"
Sobre la cosificación de la mujer en el Miss Venezuela dice: "No solamente no ha disminuido sino que se ha triplicado" NICOLA ROCCO
ÁNGEL RICARDO GÓMEZ , GIOCONDA ESPINA , COFUNDADORA DEL CEM-UCV | EL UNIVERSAL
lunes 30 de septiembre de 2013 12:00 AM
Comparte el mismo apellido de Hugo Espina, diseñador de modas, pero ni son familia ni ocupan la misma acera. Gioconda Espina es licenciada en letras, con maestría en psicoanálisis. Es cofundadora del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (1992) y ha analizado al Miss Venezuela y el culto al cuerpo, entre otros temas.
Sus ideas son retadoras: al no haber meritocracia, el Miss Venezuela se convierte en la vía rápida para ascender; "el show del yo" -como llama a la superficialidad que reina en el país- lo sintonizan no sólo el pueblo llano sino la dirigencia gubernamental; hay un consuelo, el fenómeno es global.
-¿Hay un culto a la belleza en Venezuela? ¿Cómo lo analiza?
-Hay un culto en el mundo y Venezuela ha tenido, aunque parezca increíble, a Osmel Sousa como la cabeza que en determinado momento dijo: "Esto es un negocio". Cuando Susana Duijm fue Miss Venezuela en 1955, Osmel Sousa no estaba por todo esto. Lo que le vio fue el filón al asunto, hasta el punto que este año no solamente estamos padeciendo el Miss Venezuela, sino que además lo convirtió en un reality show y encima paga un programa en otro canal que aparenta estar en desacuerdo con el reality (Más allá de la belleza) pero cuando los protagonistas se cruzan con Osmel Sousa, uno se da cuenta de que son sus funcionarios y están totalmente de acuerdo.
-¿Y siente que hay una carencia o debilidad detrás de este culto a la belleza?
-Hay un fenómeno que los sociólogos habían visto hace tiempo y ahora los escritores y artistas se han hecho eco y es esto que llama Mario Vargas Llosa, "la civilización del espectáculo", que es mundial; Woody Allen lo denuncia en su película A Roma con amor, donde Roberto Benigni hace un personaje que sale de su casa lo convierten en la celebridad por 15 días, hasta que la empresa decide que mejor que sigan a otros. No sé a dónde va a parar esto, pero hay una tendencia de los grandes intelectuales, como Vargas Llosa, Woody Allen, Paula Sibilia... que están dedicados a este asunto.
-¿Diría que los venezolanos somos superficiales?
-Extremadamente. ¿Tú no te das cuenta de que Iris Varela (ministra de Asuntos Penitenciarios) va y lo que se le ocurre en esta crisis carcelaria es hacer un concurso de belleza en las cárceles?
-¿Y siente que Iris Varela es reflejo de la sociedad venezolana?
-Es un reflejo de "la civilización del espectáculo", es decir, ante una crisis severa lo que se le ocurre es un concurso de belleza. ¿Qué hizo Juan Barreto cuando llegó a la Alcaldía Metropolitana? Un certamen de belleza, además asesorado por Osmel Sousa. O sea, la manera que tienen los políticos de captar a un público que está cautivo por "la civilización del espectáculo" es entrando al espectáculo. Entonces estamos fregados porque los que tienen que denunciar el espectáculo y volver a los valores de ascender por otra vía en la sociedad que no sea la belleza, no lo hacen.
-¿Si Venezuela es una sociedad superficial que posibilidad tendría de alcanzar cierta madurez ciudadana? ¿Se dificulta entonces?
-Claro, se dificulta porque es una vía de distracción que está insertada en un mandato mundial de distraerse, o sea, todo el mundo debe buscar la diversión. Uno le dice a gente seria que uno quiere: "Vamos a ver una película", y lo que te dicen es: "¿Pero me voy a divertir?". Esa es la idea y el mandato cultural que hay y esto no es político, porque es lo mismo que están haciendo los países excomunistas e incluso los países comunistas, y hasta los musulmanes, que hicieron un concurso de belleza donde a las candidatas solo se les ve la cara, y están metidas en el chador (traje típico).
-¿Por eso es que ante un panorama lleno de inflación, escasez, inseguridad... lo mejor es divertirse?
-Claro, y la demostración te la da Iris Varela y antes de ella Juan Barreto: ellos no le están sacando el cuerpo a eso; están aprovechándolo para llegar a un público que vota y que no quiere que le estén hablando de la memoria del Comandante Chávez y del Che Guevara, sino "¡Vamos a la pasarela!". El mensaje es: "Nosotros estamos con esto, pero con esto también", se trata de no perder la conexión con el público.
-¿Y tiene futuro una sociedad que basa sus valores fundamentales en la apariencia física?
-No en la profundización de las ideas y los proyectos, pero sí en el mercado, quizás la verdadera revolución sería tocar estos aspectos que nadie quiere abordar en profundidad, sino mantenerse en la superficie.
En una noche tan linda...
-Más allá de posturas feministas o radicales, ¿Por qué es tan importante el Miss Venezuela en la idiosincrasia local?
-¿Por qué las muchachas se desmoñan por llegar al Miss Venezuela? Porque es una vía rápida de acceso a la fama sin estudiar química orgánica. En un país donde las posibilidades de acceder a la cúspide por la vía de la Academia, del talento y la inteligencia, son tan pocas, especialmente para las mujeres, llegar por la vía de la estatura, el peso, no está mal, y por lo tanto yo no condeno a esas muchachas que buscan esa vía rápida. Es una vía expedita para conseguir los contactos y llegar arriba, mínimo para conseguir marido, que no está mal tampoco porque las otras están en lo mismo.
-¿Estaría fallando la meritocracia entonces?
-Es que no hay meritocracia. No funciona con el chavismo y no funcionaba antes tampoco. Los mejores no son los que están arriba, no son los que administran, son los que tienen más contactos, y eso es lo que aprenden las niñas que van al Miss Venezuela, acá vale más una agenda telefónica buena que 200 títulos universitarios.
-¿Sería usted feliz sin el Miss Venezuela?
-Me da igual. Creo que saldríamos de uno de los síntomas de la banalización mundial pero tendríamos todos los otros, como que los grandes hombres públicos han sido sustituidos por deportistas, cantantes, etcétera... Ahí tienes la lista de candidatos a alcaldes. ¿Qué es más importante, que un tipo tenga un gran programa para conducir al país o que un tipo agarre un micrófono y haga reír a todo el auditorio? Es más importante eso, que sea carismático, y esa fue la gran pegada de Chávez.
-Nicolás Maduro no tiene ninguna capacidad histriónica ¿estaría condenado al fracaso?
-No la tiene, pero Maduro es el colocado por Chávez, el aura se la pusieron el 8 de diciembre.
-¿Y eso le garantiza que llegue al final del período?
-Yo voto por la oposición pero me doy cuenta de que no tenemos un candidato carismático, tenemos un candidato y eso es algo importante porque hasta hace poco no tuvimos, cuando Manuel Rosales se lanzó, yo no fui a votar por él.
-¿Haría falta una miss en la oposición?
-Nos hace falta una gente que sepa dirigirse al público y eso nos lo enseñó Chávez, a conectarse con la gente no como una miss, sino como los cómicos y los actores, que tenga un proyecto pero que tenga también capacidad histriónica, que legítimamente haga cosas como las que hacía Chávez, que agarraba un cuatro, y se equivocaba... Maduro está tratando pero la gente le ve las costuras, los chavistas sufren, pero están con él porque lo puso el Comandante.
@argomezc
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