POLÍTICA NO ES LO MISMO QUE CIENCIA POLÍTICA.
LA CIENCIA POLÍTICA ES LA DISCIPLINA CIENTÍFICA QUE SE OCUPA DE ESTUDIAR, ENTENDER Y ANALIZAR LOS FENÓMENOS POLÍTICOS.
La política es aquella práctica que
se ocupa de gestionar, de resolver los conflictos colectivos y de crear
coherencia social, y su resultado son decisiones obligatorias para todos. El
origen de los conflictos se sitúa en la //existencia de diferencias sociales//,
que se convierten a menudo en desigualdades, puesto que //no todos los miembros
de la comunidad tienen acceso a los mismos recursos// intelectuales, políticos,
informaciones... Esto provoca una //tensión// y unas fracciones sociales que
generan sentimientos de incertidumbre.
Los sucesos a lo largo de la vida en cada ser humano marcan las pautas de su experiencia, y esta concibe el conocimiento, aquí radica la diferencia social. Podemos decir que la política es el arte te crear conciencia +++el que escribió esto sabe un poco pero le falta completar y complementar más.
Los sucesos a lo largo de la vida en cada ser humano marcan las pautas de su experiencia, y esta concibe el conocimiento, aquí radica la diferencia social. Podemos decir que la política es el arte te crear conciencia +++el que escribió esto sabe un poco pero le falta completar y complementar más.
Históricamente a través de diversos medios de
socialización -la estructura educacional, los medios de comunicación, entre
otros-, la clase dominante ha ido configurando un sistema de valores, normas,
conceptos y categorías tendientes a justificar su dominio: su preponderancia
monopólica a regir los destinos de la humanidad, sus instancias de organización
y la vida de los individuos. Medios entre los cuales la autentificación del uso
de la violencia en sus diferentes formas por parte del Estado, su
institucionalidad, sus fuerzas armadas y policiales, han sido una constante.
Esta manipulación ideológica se ha sostenido en tres
ejes esenciales:
a)
Ocultar la violencia
estructural propiamente tal.
b) Legitimar la represión institucional.
c) Deslegitimar toda
violencia social contra el sistema.
El principal organizador y concentrador de la
violencia estructural es el Estado, de manera que cualquier intento por
legitimar y justificar la violencia ejercida por la clase en el poder, pasa por
legitimar el Estado. El objetivo básico que se persigue es despolitizar,
desideologizar y neutralizar el Estado, presentarlo como el sintetizador del
"bien común" y garante de la "ley y el orden". Para ello es
imperativo la imposición de una visión histórica de la naturaleza humana, la sociedad
y elaborando, simultáneamente, conceptos abstractos de nación, interés
nacional, estabilidad y paz social. Este tipo de Estado se justificaría por el
posible "caos" que devendría en la sociedad humana por el hecho de su
inexistencia. Fenómeno que hace más de tres siglos ya debatían los grandes
pensadores filósofos y políticos. Según esta corriente teórica -que de una u
otra forma sigue vigente- la naturaleza humana es esencialmente egoísta y
utilitaria, cada ser lucha por su propia subsistencia, por la satisfacción de
sus propios intereses, lo que inevitablemente le lleva a la confrontación
permanente con otros seres humanos. Esta situación es la que Hobbes (2)
describiera como "la guerra de todos contra todos". Situación
superable sólo con apego a un ente no-utilitario, a un órgano que no buscase la
satisfacción de intereses particulares, sino que comunes, generales. De allí
surge la noción básica y la materialización del concepto del Estado actual como
el único capaz de imponer el orden en medio del "caos natural". Es
decir, ser un "administrador neutro del conflicto social".
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