EL UNIVERSAL
La disolvencia de Chataing
Ya tuvimos suficientes animadores, periodistas y actores en las curules
JONATHAN REVERÓN | EL UNIVERSAL
martes 9 de diciembre de 2014 12:00 AM
"Un país que no logre que sus habitantes tengan un propósito común a largo plazo, jamás llegará a ser una gran nación".
-Renny Ottolina
Fuera del aire, el documental que narra la pos de la intempestiva e injusta salida del aire del programa Chataing TV (Televen), trae una peligrosa carga de autoestima.
Estos momentos donde de forma unánime todos los ciudadanos somos menos, son momentos de reflexión, lo que llaman "fiestas de guardar". Sobre todo cuando se alza la voz desde el gran poder y credibilidad que otorgan tantos años en la televisión abierta, que permean en otros medios y espejos de aumento, el cine por ejemplo.
Palabras...
Estas son palabras de la escritora, poeta y profesora de la Universidad Central de Venezuela, María Fernanda Palacios, en conversación con Ramón Pasquier para Prodavinci: "Este tiempo si nos puede dejar algo hacia adentro en la universidad es una mayor capacidad de reflexión, de darnos cuenta que tenemos que volver a reflexionar sobre las cosas, y yo lo he sentido en las asambleas estudiantiles. Como una necesidad, los muchachos de letras planteaban en estos días: 'nosotros vamos a contribuir tratando de investigar esas palabras que suenan como locas por todos lados. La palabra inclusión, la palabra libertad'. Eso es una verdadera tarea, porque si nos quedamos con las redes sociales lo que tenemos es una discusión muy impulsiva, de Twitter, una política de titulares, y la reflexión no se hace con titulares o consignas".
Históricamente el humor nos ayuda a sobrevivir un tanto a regímenes como el que vivimos. El humor es parte de los analgésicos que tomamos para soportar o fingir locura frente a nuestras desgracias, porque ese fresquito que sentimos es su gran revancha. La comedia hace crítica con la ayuda de su valiente indiferencia contra el poder, pero la sobreabundancia de ironía nos puede hacer caer en la indolencia que señalamos en el adversario. Me divertí, claro que me divertí. Me río mucho con el humor que hacen Luis y sus reporteros.
Sin embargo, no logra entrar desde lo popular teniendo una distancia crítica que no asuma lo que la gente piensa, sin entrar en la especulación. También me preocupó la subestimación, en algunas situaciones, ante el aumento del centro en ambos bandos de nuestra fractura social. No sé si las aspiraciones políticas de Luis Chataing se cristalizarán, pero ahora lo que menos necesitamos son artistas en la administración de cargos públicos fuera de su competencia.
Brecha
Hace falta aprovechar esa nueva brecha que se abre utilizando nuestra credibilidad para promover debates que reaviven la brasa del pensamiento colectivo venezolano. Ya tuvimos suficientes animadores, periodistas y actores en las curules. Ya conocemos de sobra sus aportes y resultados.
La autopromoción es válida y un medio para llegar al fin, pero la sociedad del bombo mutuo es un flaco favor teniendo otra elección histórica en puertas. Al país le urgen credenciales.
@elreveron / elreveron@gmail.com
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