EL UNIVERSAL
El gobierno se muerde la cola al postergar la adopción de las medidas económicas. Maduro no las ha tomado porque su liderazgo es frágil y teme que los efectos acentuarán todavía más su debilidad. Pero, en realidad, ha quedado atrapado en un círculo vicioso: mientras más tiempo se tome en iniciar los correctivos, peores serán sus circunstancias personales. El mundo de las percepciones es una dictadura en la que no mandan las realidades: cada semana que transcurre sin anuncios, la responsabilidad del fundador de la revolución se diluye ante los ojos del pueblo bolivariano y se eleva el grado de culpabilidad de su heredero. Al día de hoy, Maduro es culpable de que las cosas hayan llegado al punto de erosión en que estamos.
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