EL UNIVERSAL
Ramos Allup,
la gran esperanza blanca
Lo único que la oposición ha sacado en claro en el diálogo que perro viejo late echao
CLODOVALDO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
viernes 25 de abril de 2014 12:00 AM
Hasta ahora, lo único que la oposición ha sacado en claro en el diálogo con el gobierno es que perro viejo late echao. De allí que el líder antichavista más destacado en lo que va de 2014 -sin necesidad de prender una bolsa de basura ni de ir a dar con sus viejos huesos a una cárcel- es Henry Ramos Allup.
La conclusión es triste, en especial para quienes desde el ámbito de la oposición han venido haciéndole muecas de asco a los beneméritos acciondemocratistas, precisamente por ser gente ya decrépita. El ala tecnocrática de la contrarrevolución gusta mofarse de Ramos y otros especímenes, diciendo que escaparon del museo de cera (al parecer clandestino) de la IV República. Pero, la verdad sea dicha: hasta ahora nadie de la MUD y sus alrededores ha logrado saltar por encima del listón que puso el veteranísimo adeco en su retorno a la oratoria picaresca en horario estelar.
Claro, el que sienten los dirigentes opositores jóvenes no es un desprecio gratuito. Hay que recordar que Ramos Allup también les ha dedicado sus metrallas de epítetos ("lechuguinos, petimetres y maripositas", les dijo una vez). Pero, en cualquier caso, al hacer una comparación "libra por libra", como se dice en el argot del boxeo, este fajador vetusto es mejor que cualquiera de los púgiles de las últimas generaciones, niños musculosos que se pasan el tiempo haciendo rounds de sombra, pero a la hora de entrarse a piña salen correlones, tal como se ha demostrado últimamente.
Tras esa noche de diálogo, mucha gente opositora se preguntó qué clase de decisiones privaron para que gallos con espuelas envenenadas como el añoso Ramos Allup hayan quedado fuera de las listas de candidatos a diputados en 2010. "Se dejaron llevar por esa idiotez de la veneración de la juventud, como si ser joven fuera un mérito en sí mismo", me comentó el Estrangulador de Urapal, generacionalmente identificado con el grupo de los carcamales.
Si lo vemos en la ya larga perspectiva (faltan menos de dos años para que concluya el período legislativo 2011-2016), la bancada opositora en la Asamblea Nacional ha sido una prolongada decepción, ni siquiera por cuestión de desacuerdos con la línea de acción, sino más bien porque los diputados no arrancan más que bostezos.
Ramos Allup pertenece a la generación perdida del puntofijismo, esos que eran muy jóvenes en los 70 y 80 y ahora, en los 10 del siglo XXI, están fosilizados. El que un dirigente con esas características sea (volvamos al léxico del boxeo) "la gran esperanza blanca" de una oposición supuestamente moderna y estudiantil es motivo -dicho adecamente- de "largos y profundos análisis". Aunque también es una buena razón para sentarse a llorar a la vera del camino.
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