jueves, 12 de septiembre de 2013

El sacerdote Antonio José de Sucre


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El sacerdote Antonio José de Sucre

Escrito en Artículos
El sacerdote Antonio José de Sucre
Preclaro sacerdote cumanés quien dedicó su vida al apostolado de la iglesia y a la participación en importantes actividades docentes, sociales, políticas y diplomáticas en el Sur del continente, sobrino del general en jefe Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, el Prócer más puro de la independencia americana y el Caballero de la historia.


Vio la luz primera en enero de 1831 en el hogar de José Manuel Sucre, hermano por parte de Don Vicente, padre del Gran Mariscal y María del Rosario Alcalá. El joven Antonio realizó los estudios elementales en el lar nativo y los superiores (Derecho) en la Real y Pontificia Universidad de Caracas.
El enero de 1848 participó en manifestaciones con otros estudiantes, inconformes con  el gobierno del general José Gregorio Monagas, quien lo envía desterrado en 1853 a Méjico por cuatro años, pero en la travesía prefirió quedarse en el puerto de Sabanilla (Colombia), continuando hacia Bogotá e incorporarse por pocos meses a las fuerzas del coronel Julio Arboleda, con el   grado de capitán, al que renuncia cuando le ordenan que custodie al general José María Obando, autor intelectual del asesinato de su tío el Gran Mariscal de Ayacucho.


Este fogoso revolucionario se dedicó en Bogotá a la pedagogía teniendo entre sus discípulos a Miguel Antonio Caro. Sus conocimientos y buen nombre le permiten ser designado  Vicerrector del famoso colegio de San Bartolomé.
El 15 de agosto de 1857 contaba 26 años, es ordenado sacerdote y designado a trabajar en la arquidiócesis de Bogotá. En 1859 es vicerrector y al año siguiente rector del Seminario de Bogotá. Como cargo colateral ejercía la dirección del periódico religioso como “El Catolicismo”. Como profesor le cupo el honor  y  la iniciativa de introducir en la Nueva Granada (hoy República de Colombia) la gramática de Andrés Bello.  Una crónica de nuestro biografiado cuenta que: Una vez sucedió en el Senado colombiano, ahí tuvo un altercado con un parlamentario, este le dijo:“Yo no peleo con hombres que llevan sotana”, el padre Antonio José de Sucre Alcalá y Alcalá, se quitó la sotana y se enfrentó  al legislador.Es designado en 1861 Capellán Militar; al no estar de acuerdo con el gobierno de Tomás Mosquera es detenido y enviado prisionero a Cartagena; Luego de catorce meses de prisión, pudo escaparse y trasladarse a La Guaira.
En Caracas le es asignada una función en  la Catedral; es  enviado en 1865 a estudiar en Roma. Al regresar se le presentan inconvenientes políticos con el gobierno del presidente Antonio Guzmán Blanco, trasladándose a la isla de Trinidad en 1871.
En 1873 se encuentra en Chile trabajando en el Arzobispado de Santiago hasta  1879, año de regreso a Venezuela. El gobierno del general Joaquín Crespo le asigna en 1893 un cargo diplomático en Chile, actividad que realiza por poco tiempo debido a recibir la misión de trasladarse los primeros días de agosto de 1894 a Ecuador, investido con el rango de Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario, para coordinar la búsqueda y traslado a Venezuela de los venerados restos de su tío, asesinado vilmente el 4 de junio de 1830 en la selva de Berruecos al Sur de Colombia.
Restos que permanecieron enterrados en sitio desconocido durante setenta años por disposiciones de la viuda doña Mariana Carcelén y Larrea, colocados debajo del altar de la iglesia El Carmen El Bajo de Quito; se hacía saber que estaban en la iglesia de San Francisco, donde colocó un cajón con adobes. Ubicados gracias a la información de la señora Rosario Rivadeneira.
La búsqueda por parte del sacerdote Sucre resultó infructuosa, por lo cual decide regresar a Venezuela para informar sobre las diligencias realizadas, pero en el trayecto hacia el puerto de Guayaquil fallece a causa de fiebre amarilla el 17 de julio de 1895, en la población de Babahoyo. El presidente del Ecuador, general Eloy Alfaro decretó honras fúnebres a este ilustre prelado, luchador por la libertad y por la igualdad social.
Contaba 64 años cuando entregó su alma al Supremo Creador, quien buscando los restos de su tío, dejó también los suyos en las nobles y generosas tierras ecuatorianas.-
(*) Gral. de Bgda.                                                                  churuguarero77@gmail.com
@eumenesfuguet

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