domingo, 16 de
junio de 2013
Cristóbal Rojas,
gloria de la pintura nacional
Eumenes Fuguet Borregales (*)
Charallave
desde 1973 es la capital del municipio Cristóbal Rojas, epónimo del gran pintor
que vivió apenas treinta y dos años y nos dejó un extraordinario legado
artístico. Junto a los valencianos Arturo Michelena, Antonio Herrera Toro y el
caraqueño Martín Tovar y Tovar fue uno de los más importantes pintores del
siglo XIX venezolano. Nacido en la población mirandina de Cúa, “la perla del
Tuy” el 15 de diciembre de 1858; hijo del médico
Cristóbal Rojas y Alejandra Poleo. La crianza y educación de Cristóbal Rojas,
se dificultó por estar en desarrollo la Guerra Federal entre 1859 y 1863,
conocida como Guerra Larga o de los Cinco Años, por tal motivo la
familia se traslada a Santo Domingo desde 1860 hasta 1864. Contaba trece años
cuando muere su padre, viéndose en la necesidad de trabajar en una empresa
tabacalera en Cúa. La primera inspiración y educación artística la recibe de su
abuelo Don Luís Rojas, quien por cierto pintó el Nazareno de la iglesia de la
población de Turmero. Se traslada a Caracas a causa de los graves daños
sufridos en la vivienda a causa del terremoto que asoló el 12 de abril de 1878
a Cúa y otras poblaciones de los Valles del Tuy. El joven Cristóbal asistía a
las clases de José Manuel Maucó en la Universidad Central de Venezuela; elabora
a partir de 1880 sus primeros óleos. En 1881 el pintor Antonio Herrera Toro lo
incorporó a su taller en calidad de ayudante en las obras de la
Catedral de Caracas, encargándole las pinturas de las columnas y de los arcos
de la cúpula central; de ese momento son sus primeros óleos: Ruinas de
Cúa y Ruinas del Templo de la Merced, donde plasma la
magnitud del fenómeno telúrico. En la exposición organizada con motivo del
centenario natal del Libertador en, expone su conocido lienzo La
muerte de Girardot en Bárbula; Rojas recibe la
medalla de plata asignada al segundo lugar, la obra se encuentra en el Museo
Bolivariano de Caracas; premio compartido con Arturo Michelena con su obra “El
Batallón sin nombre”. Igualmente ambos reciben una beca del
gobierno de 50 pesos al mes para estudiar en Europa. A finales de 1883 llega a
Paris, donde entabla amistad con el artista guaireño Emilio Boggio
(1857-1920) pionero del impresionismo en Venezuela, por cuyos consejos se
inscribe en la prestigiosa Academia Julián en el taller de Jean Paul Laurens.
Arturo Michelena se le unirá en la “Ciudad Luz” en 1885, para estudiar
en la misma academia artística, ambos comparten una humilde habitación. Rojas
es asiduo visitante de los grandes museos franceses y contertulio de los
pintores de la época; la obra pictórica de Cristóbal Rojas la realiza en la
tendencia del realismo, con influencia francesa de los conocidos artistas
Gustave Courbet y Honoré Daumier. Nuestro paisano adquiere excelente
dominio sobre el manejo de la luz, característica de los
pintores impresionistas; en la temática de su obra notamos un dominio del
claro oscuro y sentimiento de lo dramático. Pinta sobre grandes lienzos para
el Salón Oficial de París varias obras entre las cuales mencionamos a: “La
miseria y El violinista enfermo” en 1886; “La taberna” y El
plazo vencido en 1887; “La primera y última comunión” en
1888 y “El bautizo” y “Estudio para el balcón” en 1889. A partir de
esta última obra su pintura se transformó y comenzó a mostrar una
mayor percepción sobre la cromática que le alejaba de su tenebrismo anterior.
El presidente Antonio Guzmán Blanco le suspende la beca en al exterior a Cristóbal
Rojas y a Arturo Michelena en 1887, al no aceptar las sugerencias de estar
estudiando pintura en Paris y no en Italia, por lo que tiene que regresar a
Venezuela con Michelena en 1890 por el problema económico y con la tuberculosis
que empezaba a afectarlo, trae sus obras “El Purgatorio” pintado ese año,
que le había sido encargado por el Cabildo Eclesiástico y un retrato del
presidente Juan Pablo Rojas Paúl. A partir de 1889 abandonó la pintura de
efectos dramáticos y se dedicó al paisaje y a la figura, aplicando un
colorido próximo al impresionismo. La minada salud a causa de la
tuberculosis, que para la época no tenía curación se complica en
este joven pintor. Fallece al poco tiempo de su regreso a Caracas el
8 de noviembre de 1890, contaba apenas treinta y dos años. Coincidencialmente
Michelena fallece igualmente de tuberculosis el 29 de julio de 1898 a los
treinta y cinco años. Venezuela pierde con Cristóbal Rojas una
gloria de las artes plásticas; sus restos reposan en el Panteón Nacional desde
el 27 de diciembre de 1958. La Escuela de Bellas Artes de Caracas y algunas
instituciones culturales y educacionales honran su nombre y legado.
(*)
Gral.de
Bgda.
@eumenesfuguet
Historia
y Tradición
Etiquetas: Caracas de Antaño, Estado Miranda: Sucesos y
personajes, Eumenes Fuguet Borregales, Panteón Nacional: Personalidades, Pintores Venezolanos
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