Adolfo P. Salgueiro // En Honduras
perdieron Zelaya y Chávez
La física política muestra que el péndulo de la historia dejó de ir hacia la izquierda
La elección ocurrida en Honduras el domingo no solo fue una contienda cívica bastante pacífica sino que además se transformó en escenario y motivo para una guerra mediática en la que Zelaya, Telesur, VTV y sus secuaces utilizaran toda clase de mentiras, sesgos, desinformación, adulteración de cifras, entrevistas engañosas y demás artificios que no solo emulan sino que superan ampliamente a esos mismos vicios utilizados con alguna frecuencia por el talibanismo opositor vernáculo dando por resultado el quejido constante del oficialismo revolucionario autovictimizado al que se quiere "desestabilizar" etc., etc. Desde tempranas horas los medios aliados a la línea editorial chavista informaban de una escasa asistencia a las urnas lo cual resultó contundentemente desmentido por los hechos y las observaciones de quienes presentes en el terreno reportaban una decidida participación de los electores que -como se comprobó- llego a 61,3% lo cual excede en 10% la participación habida en la elección que dio el triunfo a Zelaya en 2005, excede también la que reeligió a Chávez en 2006 y recontrasupera la de la Asamblea Nacional en 2005. Mayores cifras y porcentajes que los que dieron "legitimidad" al chavismo y su gente no parecen ser suficientes para legitimar la elección en Honduras donde los votantes fueron el mismo "soberano" que en Nicaragua eligió al "pana" Ortega, en Bolivia al "compañero" Morales, en Paraguay al semental Lugo, en Ecuador al levantisco prepotente Correa, en Uruguay a un exguerrillero irredento (Mujica) y en Argentina a Madame Botox. Vale decir pues que el principio de la "autonomía de los pueblos" -según los revolucionarios de nuevo cuño- es aplicable solo cuando se elige a un militante de la izquierda poco democrática pero no cuando debe operar a favor de una tendencia mas moderada. ¡Tremendo razonamiento! También cabe apuntar algún dato de relevancia tanto política como jurídica: en Honduras el único poder que es "de facto" es el Ejecutivo; todos los demás (Legislativo, Judicial, Electoral, Fiscalía, etc.) son los mismos -constitucionalmente electos- que estaban antes de los eventos del 28 de junio. Siendo así, las elecciones -convocadas en fecha y forma legal- y las resoluciones del Congreso, Corte Suprema, etc., son perfecta y plenamente legales. ¿Por qué no reconocerlas? Los medios "revolucionarios" al servicio de la causa del comunismo del siglo XXI estuvieron empeñados en reseñar torturas, escaramuzas, "gas del bueno" y demás atrocidades desmentidas ampliamente por los informes de los observadores que solo reportaron alguna que otra irregularidad no mayor que las de cualquier elección en nuestro continente. ¿Quién ganó? La democracia hondureña. ¿Quién perdió? El combo Zelaya/Chavez/ALBA empeñado en inflamar el continente con una ideología inviable.
La inescapable física política muestra que el péndulo de la historia dejó de ir hacia la izquierda y comienza a retornar hacia el centro. Ojalá no pase demasiado a la derecha por que ello volvería a renovar el ciclo. Nota: Este artículo no lo pagó ni la CIA ni el Dpto. de Estado. Lo escribí gratis.
apsalgueiro@cantv.net
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