EL UNIVERSAL
Protestas al cantar de los gallos
Mientras algunos obstaculizaron calles otros asistieron a clases magistrales
Muchas familias aseguran que deben salir dos o tres horas antes de su jornada de trabajo para evitar quedar atrapadas entre las barricadas instaladas por los manifestantes EDSAU OLIVARES
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JULIO MATERANO | EL UNIVERSAL
jueves 3 de abril de 2014 12:00 AM
Convulsionada y con decenas de avenidas tomadas por manifestantes transcurrieron las primeras horas de ayer en zonas como El Cafetal, en Baruta, y El Cigarral, en El Hatillo, donde jóvenes, adultos y universitarios de esos municipios protagonizaron al menos una decena de protestas, de manera casi simultánea, a partir de las 6 de la mañana.
Así lo indicaron los propios residentes de la zona quienes aseguran que no bajarán la guardia, a pesar de las acciones gubernamentales que los amenaza con desconocer su voluntad para dejarlos sin los alcaldes electos el pasado 8-D.
Una enorme barricada instalada en la avenida principal de La Tahona bloqueó el tránsito por varias horas a quienes se dirigían a sus sitios de trabajos. Los conductores que lograron saltar ese obstáculo, también debieron sortear bolsas de basuras y escombros, que interferían el libre tránsito en El Cafetal, cada cierta distancia.
El alboroto de quienes echaron a andar su descontento, además, perturbó los alrededores de Plaza Las Américas, donde el transporte público se paralizó por minutos. Quienes se desplazaban a pie indicaron que la situación dificultó su traslado en autobús hacia Chacaíto y otras zonas del Este.
A propósito de las acciones de calles registradas en el Este, un grupo de universitarios encabezó un "Trancazo" en la avenida Francisco de Miranda, a la altura de Parque Cristal. Con pancartas y carteles con mensajes que incitaban a la paz y a la concordia, los manifestantes exigían el derecho a una vida segura.
"La lucha es en la calle y aquí nos mantendremos hasta lograr un país donde se nos garantice la vida y el futuro. Donde hayan oportunidades para todos los jóvenes que actualmente nos estamos formando en las aulas de clases y para los que ya egresaron las casas de estudio", dijo Tatiana Mosquera, alumna de Ingeniería Civil de la Universidad Central de Venezuela.
Una manifestación en las cercanías de la Universidad Simón Bolívar, provocó una fuerte congestión en la vía a Sartenejas, que dejó un remanente de tráfico por más de tres horas, impidiendo la llegada de estudiantes a la institución de educación superior. "Tenemos que revisar el objetivo de las protestas porque no podemos permitir que sigan entorpeciendo el quehacer cotidiano", declaró un conductor de la zona.
En la urbanización Caurimare, situada en el municipio Baruta, las barricadas los desechos y escombros agrupados junto a la estación de servicio y Plan Suárez, también impidieron el paso. Las acciones de protestas continuaron de manera intermitente hasta la tarde.
El cierre temporal de la entrada hacia Terrazas del Club Hípico, generó desconcierto entre usuarios en el empalme con la autopista Prados del Este.
Por lo menos cuatro días continuos en la calle, suman los vecinos de El Cigarral en El Hatillo, quienes se han valido de cachivaches, colchones y viejos electrodomésticos para armas barricadas en la zona. Una vecina, que pidió resguardar su nombre, aseguró que fue amedrentada por los manifestantes mientras le tomaba una foto. "Están violando mi derecho al libre tránsito", dijo.
Ante la coyuntura, son numerosas las personas que deben reprogramar su jornada para salir dos o tres horas antes y llegar sin contratiempo a sus lugares de trabajo. Sin embargo, la protesta creativa también se hizo sentir en otras zonas de la ciudad, tal como ocurrió en el bulevar de Sabana Grande, donde un nutrido grupo de estudiantes de las universidades Central de Venezuela y Metropolitana acudieron a una clase magistral de estudios políticos.
La actividad estuvo a cargo del profesor Guillermo Aveledo, quien abordó la historia presidencial de Venezuela y sus aspectos económicos, políticos y sociales sobre la población. Mientras la charla transcurría, los transeúntes se sumaban a los estudiantes que oía la clase sentados en el suelo. En torno a ello, los asistentes coincidieron en que es una forma estratégica para sacar de la apatía a quienes se mantienen al margen de las manifestaciones. "Es una excelente manera de acercarse a los venezolanos que piensan diferente", dijo Rebeca Moreno, de Estudios Liberales de la Unimet.
Con información de Ileana Magual
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