miércoles, 11 de septiembre de 2013

Dr. JACINTO CONVIT


FELIZ CUMPLEAÑOS




                                                Dr. JACINTO CONVIT
Van a ser muchos más, querido profesor Convit, estuve a sus órdenes en Cabo Blanco por designación del Ministro SAS del entonces Dr. Antonio Parra León, hoy emociona verlo llegar al siglo, se cuánto hizo, como lo hizo y todos los sacrificios y penurias que tuvo a su paso Dios le de mucha salud y más vida…
 Jacinto Convit García (Caracas, Venezuela, 11 de septiembre de 1913) es un médico y científico venezolano. Entre sus descubrimientos más importantes están la vacuna contra la Lepra y varios estudios que han tenido como resultado una vacuna contra determinados tipos de Cáncer. Recibió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1987. Luego de controlar la Lepra y otras enfermedades endémicas, Convit se plantea el reto de crear un centro de investigaciones científicas. Así, nació el Instituto de Dermatología, que posteriormente se llamó Instituto de Biomedicina de Caracas (IBC), el cual dirige desde 1972, y es desde el 2 de julio de 1973 la sede del Centro Internacional de Investigación y Adiestramiento sobre Lepra y Enfermedades afines de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud. Allí, después de mucho esfuerzo conjunto y continuo, surgió la vacuna contra la lepra, que sirvió de base para la vacuna contra la leishmaniosis/leishmaniasis. En el año 1988, los grandes avances en estudios epidemiológicos, le valieron una nominación1 al Premio Nobel de Medicina, por el descubrimiento de la vacuna contra la lepra, la cual resultó de la combinación de la vacuna de la tuberculosis con el bacilo Mycobacterium leprae. Un año antes de esta nominación, Convit recibió en España el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Fue por muchos años, director del Leprocomio de Cabo Blanco, que funcionaba adyacente a la pista del aeropuerto Simón Bolívar, de Maiquetía, en su extremo sureste, Convit ejerció la medicina por casi 70 años, nunca  privadamente, solo en hospitales, laboratorios y universidades del Estado, en otras palabras, nunca cobró una consulta a un paciente y dedicó más años que la madre Teresa de Calcuta a cuidar leprosos.


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