lunes, 20 de mayo de 2013

SUHELIS TEJERO PUNTES

 EL UNIVERSAL

El socialismo atrapado en la coyuntura

El Gobierno recurre de nuevo al sector privado para resolver la escasez

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El Gobierno intenta llegar al socialismo a través de un modelo ya agotado de regulaciones a los sectores productivos KISAI MENDOZA/ ARCHIVO
SUHELIS TEJERO PUNTES |  EL UNIVERSAL
lunes 20 de mayo de 2013  12:00 AM
En medio de la escasez de bienes básicos que se registra, el Gobierno nacional ha decidido apelar al tradicional sector privado para resolver la coyuntura, en medio de un esquema de transición socialista que ya llega a su sexto año, aunque revela las mismas debilidades que enfrentó en sus inicios.

Esta semana los sectores productivos inician una ronda de reuniones con el Ejecutivo, a fin de resolver las trabas que enfrentan para producir, pero ya el propio ministro de Finanzas, Nelson Merentes, ha reconocido que el asunto principal es la ralentización en la entrega de las divisas oficiales, agravado por una aprobación de certificados de no producción (permisos previos para importar) mayor a los dólares disponibles.

La urgencia desvela un modelo socialista que no alcanza un estadio superior, al permanecer anclado en objetivos que ya debieron ser alcanzados. En el Primer Plan Socialista de la Nación se expresaba la necesidad de "establecer un modelo productivo socialista con el funcionamiento de nuevas formas de generación, apropiación y distribución de los excedentes económicos" bajo el principio de una capacidad de producción suficiente para atender las necesidades de la población.

El boom de las importaciones

El esquema implica la participación de todos los sectores, incluso el privado, en una economía centralizada y bajo regulaciones aplicadas para proteger a los consumidores. Pero, en lugar de una producción nacional potenciada, llegaron las importaciones con costos no afectados por controles de precios, pero abaratadas por la sobrevaluación de la moneda.

Es así como entre los años 1999 y 2012 el valor de las importaciones creció 309%, al pasar de 14.492 millones a 59.339 millones de dólares al cierre del año pasado, según los datos del Banco Central de Venezuela.

El ex ministro de Industrias Básicas, Víctor Álvarez, señala en el documento "Creció la economía: lo que importa ahora es transformarla" que la apuesta del Gobierno por celebrar el retroceso de la economía capitalista sin haber creado antes la nueva economía socialista fue "el atajo perfecto para quedar atrapados en un círculo vicioso de caída de la producción, escasez, acaparamiento, especulación, inflación, desempleo y creciente malestar social".

No es casualidad que el nacimiento de la doctrina de las "3R" (Revisión, rectificación y reimpulso) del ex Presidente Hugo Chávez naciera en 2008, uno de los años de mayor desabastecimiento de bienes básicos. "Lukaschenko (...) una de las cosas que me dijo fue: los empresarios, esa burguesía nacional, hay que tratar de que tengan sentido nacional, que hagan inversiones en el país", señaló el ex mandatario hace cinco años.

Pero en un ámbito de precios regulados desde hace una década, de empresas privadas que dependen de las importaciones que realiza el Estado (en el caso de los alimentos) y de despachos controlados, las capacidades de ejecutar inversiones por parte de unas unidades productivas que no logran cubrir sus costos se reducen y, con ello, se traba la llegada de un esquema económico de izquierda.

El episodio de la semana pasada con Empresas Polar reveló la inexistencia de un sector productivo diversificado y el poco alcance de los diferentes tipos de propiedad que el Gobierno esperaba desarrollar a través de los planes socialistas.

Polar tiene una participación en el mercado nacional de 48%, mientras que las demás empresas (estatales y de propiedad social) se llevan 42% de la torta.

Tras unos intensos señalamientos del Presidente Nicolás Maduro al dueño de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, por su presunta implicación en una "guerra económica" y su intención deliberada de bajar la producción, el mandatario nacional terminó el impasse con palabras amables.

"Cuenta con todo el apoyo del Gobierno nacional para que tu empresa produzca. Si quieres producir más, cuentas con todo nuestro apoyo", dijo Maduro, lo que puso en evidencia que el ala socialista de la producción todavía no está en forma para atender las necesidades actuales del mercado.

La distorsión de los precios

En la fórmula para llegar al socialismo, algunas recomendaciones no se están siguiendo. En el libro "La política económica bolivariana y los dilemas de la transición socialista en Venezuela", el ex ministro de Planificación, Haiman El Troudi, -un importante colaborador del Gobierno en la transición- resalta la necesidad de revisar los precios de los productos regulados cada seis meses, a fin de evitar las distorsiones económicas, todo ello en el marco del capitalismo de Estado que debe funcionar en el tránsito hacia el socialismo.

En los últimos días se ha observado la voluntad de ajustar los precios de algunos productos regulados que llevaban entre 17 y 23 meses aguardando su turno, en un entorno de incrementos de precios generales, y por tanto de costos, cercanos al 30% anual.

De allí la necesidad de echar mano nuevamente, como ya se intentó en 2008, de acercarse al sector privado tradicional para resolver las trabas que enfrentan que, según dijo Merentes esta semana, se relacionan con insumos, divisas, temas laborales, de precios, permisos, temas legales "y otros que nos han planteado nuestros empresarios", dijo.

El gobierno en la actualidad tiene el desafío de estabilizar una serie de variables que profundizan su desequilibrio y arriesgan el avance de un modelo socialista: una inflación de 12,5% entre enero y abril, unida a una escasez de bienes básicos de 21,3% el mes pasado, un dólar sobrevaluado, una producción nacional restringida y afectada por controles de cambio y precios agotados, en medio de unos precios petroleros que superan los $100 por barril.

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