El dolor de Gladys
Es la historia diaria de cientos de madres todos los días en nuestro país
JUAN CARLOS CALDERA LÓPEZ
| EL UNIVERSAL
jueves 23 de mayo de 2013 12:00 AM
Gladys Martínez vive en el
barrio La Parrilla de nuestro Petare, es una líder miembro del Consejo
Comunal de su comunidad que lamentablemente le tocó ocupar la primera
página de este periódico el pasado miércoles por la dolorosa muerte de
su hijo Oswaldo de 33 años el día lunes en La Yaguara cuando se
encontraba dentro de un local de venta de repuestos. Oswaldo que era
contador, trabajaba en una empresa de seguros y había aprovechado ese
día que era feriado bancario para comprar un repuesto.
A Gladys la conocí trabajando en su comunidad, aunque no estábamos políticamente en la misma acera siempre hubo disposición de trabajar juntos en beneficio de la comunidad y el martes en la noche decidí acompañarla junto a su familia y amigos en el velorio por la muerte de su hijo, y fue muy duro presenciar el dolor inconsolable de una madre que la violencia le quita un pedazo de su vida, junto a Gladys no habían menos de 5 mujeres que compartían con ella la triste realidad de haber perdido un hijo en manos del hampa, todas ellas aún esperan justicia y contaban en algunos casos la impotencia que viven cuando a diario el homicida de su hijo se pasea por el barrio sin que nada pase.
La historia de Gladys es la historia diaria de cientos de madres todos los días en nuestro país y son cada una de ellas razones para nunca desmayar en la lucha para derrotar la violencia y por eso siempre nos verán del lado de la crítica constructiva de cualquier esfuerzo bien intencionado que se haga en favor de la seguridad.
Gladys el viernes pasado tuvo que volver a la morgue, esta vez para responderle a Maduro, quien días antes refiriéndose a las fotos publicadas por este diario las había calificado de asquerosas. Gladys le dijo que claro que las fotos eran feas, muy feas y que no podían ser de otra manera porque así es el dolor de una madre que pierde un hijo.
Ojalá Maduro, además de pedir reunirse con el dueño de este periódico, también hubiese pedido reunirse con la camarada Gladys, perdió la gran oportunidad de escuchar la desesperación de una madre que clama porque la muerte de su hijo no quede impune y cómo se sienten totalmente desprotegidos del Estado venezolano. El Gobierno Nacional en días recientes anunció un nuevo plan de seguridad, el número 21 para ser exacto y, por supuesto, la primera pregunta que cualquier venezolano común se hace es por qué creer que esta vez sí va a funcionar cuando los otros 20 anteriores con cifras oficiales demuestran claramente que el delito de homicidio lamentablemente aumenta, llegando el año pasado a más de 21 mil homicidios.
¡¡Por respeto al dolor de Gladys derrotemos todos juntos, sin politiquería, a la violencia!!
A Gladys la conocí trabajando en su comunidad, aunque no estábamos políticamente en la misma acera siempre hubo disposición de trabajar juntos en beneficio de la comunidad y el martes en la noche decidí acompañarla junto a su familia y amigos en el velorio por la muerte de su hijo, y fue muy duro presenciar el dolor inconsolable de una madre que la violencia le quita un pedazo de su vida, junto a Gladys no habían menos de 5 mujeres que compartían con ella la triste realidad de haber perdido un hijo en manos del hampa, todas ellas aún esperan justicia y contaban en algunos casos la impotencia que viven cuando a diario el homicida de su hijo se pasea por el barrio sin que nada pase.
La historia de Gladys es la historia diaria de cientos de madres todos los días en nuestro país y son cada una de ellas razones para nunca desmayar en la lucha para derrotar la violencia y por eso siempre nos verán del lado de la crítica constructiva de cualquier esfuerzo bien intencionado que se haga en favor de la seguridad.
Gladys el viernes pasado tuvo que volver a la morgue, esta vez para responderle a Maduro, quien días antes refiriéndose a las fotos publicadas por este diario las había calificado de asquerosas. Gladys le dijo que claro que las fotos eran feas, muy feas y que no podían ser de otra manera porque así es el dolor de una madre que pierde un hijo.
Ojalá Maduro, además de pedir reunirse con el dueño de este periódico, también hubiese pedido reunirse con la camarada Gladys, perdió la gran oportunidad de escuchar la desesperación de una madre que clama porque la muerte de su hijo no quede impune y cómo se sienten totalmente desprotegidos del Estado venezolano. El Gobierno Nacional en días recientes anunció un nuevo plan de seguridad, el número 21 para ser exacto y, por supuesto, la primera pregunta que cualquier venezolano común se hace es por qué creer que esta vez sí va a funcionar cuando los otros 20 anteriores con cifras oficiales demuestran claramente que el delito de homicidio lamentablemente aumenta, llegando el año pasado a más de 21 mil homicidios.
¡¡Por respeto al dolor de Gladys derrotemos todos juntos, sin politiquería, a la violencia!!
Diputado AN por Petare @calderajuanTweet
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