domingo, 12 de mayo de 2013

Diego Sehinkman | Para LA NACION

Realismo trágico (en dos minutos)

De país revolucionario a paraíso fiscal

En el otoño de un gobierno florecen las gargantas. ¿Qué las hace crecer? El rencor por algún destrato inolvidable. Y por supuesto, el clima de época: esas gargantas florecen porque perdieron el miedo a ser podadas.
El caso más notable no es el de la llamada "secretaria de Néstor" sino la de Eduardo Arnold, ex vicegobernador de Kirchner en Santa Cruz. Arnold, quien acompañó al ex presidente durante dos de sus tres períodos, ya había insinuado en 2010 que Cristina no tenía título de abogada. Pero ahora se deslenguó: primero dijo que en la casa de Cristina y Néstor en El Calafate hay una bóveda en el entrepiso. Y luego preguntó, casi al borde de la falta de tino: "¿Por qué no revisan también en el mausoleo?". Arnold invita a mal pensar. Así como los faraones se hacían enterrar con sus seres y objetos más preciados, aquí estaríamos frente a un misterio de la egiptología: este emperador no se habría hecho sepultar con su perro, sino con los palos que el perro recogió.
Sin embargo, aquí el dato es otro. Arnold representa un fenómeno social reciente y creciente: las denuncias de corrupción están empezando a profanar la memoria de Néstor. Cada revelación oxida el bronce. Lázaro construyó el mausoleo de Kirchner. Pero está derribando el busto.
¿Con qué se abre una bóveda de máxima seguridad? Con la imaginación. Hoy miles de argentinos penetraron con su fantasía esas paredes de hierro y ven ahí pilas de lingotes, fajos y monedas. Este relato sobre la riqueza de los K, que aún no puede ser desmentido, está vulnerando al otro, al del Nestornauta.
Y entonces sobreviene la irreverencia: dicen que Federico Elaskar, un joven que se acercó a la política gracias al ex presidente, parafraseó a Néstor: "No voy a dejar mis convicciones en la puerta de La Rosadita".
"¿Cómo juntó tanta?" La respuesta está en aquel eslogan de sus militantes: "insoportablemente vivo".
El Gobierno no está devaluando. Pero se está devaluando. A casi un mes de las denuncias de corrupción y en el medio del cuestionamiento ético más severo que se le haya hecho en 10 años, el kirchnerismo decide responder. ¿Cristina lanza un shock ético, echa a funcionarios sospechados, estimula la investigación y se esfuerza por mostrar transparencia? No, en vez de blanquearse, lanza un blanqueo de capitales. Hasta hace dos meses, al que compraba dólares, el Gobierno le decía "cipayo". Hoy le dice "estimado cipayo". Y le invitan un café.
Lo anémica que estará la economía que acepta sangre de cualquier grupo y factor.
En los inicios quisimos ser europeos. En los 90 pretendimos ser estadounidenses. Luego el kirchnerismo nos propuso volver a sentirnos latinoamericanos. Y justo cuando algunos pensaban que íbamos a ser Venezuela, cambio de planes: durante 3 meses seremos un poquito Panamá. Bienvenidos a la Argentina, el país de identidad mutante. El siguiente trimestre, un petit paraíso fiscal.
Ricardo Echegaray reconoció que en el primer blanqueo de 2009 ingresaron sólo 4000 millones de dólares. Dicen que Guillermo Moreno estaría contento con que ahora aparecieran 5000. Calcula Moreno que es la cifra que el Gobierno necesita para llegar a las elecciones de octubre con una imagen de prosperidad.
Hoy la profundización del modelo pasa por aggiornar sin pudor aquella frase de Néstor: "A los evasores, traje a rayas. De Armani"..

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