domingo, 12 de mayo de 2013

Daniel Lozano | Para LA NACION


Militares contra el crimen

La inseguridad, 

el desvelo de los venezolanos 

y el desafío de Maduro

El presidente desplegará en las calles al ejército para combatir la delincuencia; temen que el plan del gobierno sea usado políticamente contra la oposición
Por   | Para LA NACION
CARACAS.- "El ejército de libertadores, el ejército de Chávez, ya no va a salir como el 27 de febrero [el histórico Caracazo de 1989], cuando la burguesía mandó masacrar al pueblo. Ahora va a salir a protegerlo." Nicolás Maduro presentó ayer su polémico y populista plan Patria Segura, que también tiene un objetivo político:Henrique Capriles.
Al mando del plan número 20 del chavismo, tras los 19 fracasos anteriores, estará el general Miguel Rodríguez Torres, encargado de organizar a 3000 militares para que vigilen las calles desde mañana. La orden para todos ellos, en principio, parece clara: combatir la violencia que desangra a Venezuela.
Una violencia cruel que da para escribir una novela de terror todos los días. Páginas y páginas de miedo y sangre, como la del policía Anthony Gutiérrez, derramada al intervenir en una pelea: una bala le atravesó la cabeza. Con él y con Orlando González, asesinado en las últimas horas, son 31 los agentes muertos en el Gran Caracas en lo que va del año.
Un asesinato cada 25 minutos en todo el país. Un muerto cada dos horas en la capital. Como Reidic Román, de 23 años, quien fue seducido en Facebook por una tal Jessica, despampanante ella. Tras pocas horas de romance virtual, Reidic acudió presto a su primera cita a ciegas. En Galerías Paraíso lo esperaban tres hombres y dos balazos. "Yo soy Jessica", se mofó uno de ellos antes de dispararle en el pecho. La familia denunció que se trata de policías. Agentes como los capturados por la policía de Chacao mientras cometían un secuestro esta semana. Sicarios que ultiman a gerentes empresariales. Jóvenes asesinados para robarles sus motos o sus celulares. O jugadores de básquet como Carlos Morris, detenido por formar parte de una banda de secuestradores.
Rodríguez Torres, nuevo ministro de Seguridad, hasta hace pocos días encargado de espiar a opositores y periodistas desde la dirección del Servicio Bolivariano de Información (Sebin), tiene ante sí un reto mayúsculo. Sólo en los tres primeros meses del año, el gobierno se vio obligado a reconocer que Venezuela sufrió 3400 homicidios, superando los récords históricos de 2012.
Una de las formas de lucha del chavismo contra la violencia es ocultando las cifras verdaderas. Tarea complicada cuando enfrente tiene a organizaciones como el Observatorio Venezolano de la Violencia. Sus cálculos elevan a más de 21.000 las personas asesinadas el año pasado, pese a que el gobierno sólo reconoce 16.000.
Provea, organización de derechos humanos de corte progresista, otro hueso duro de roer para el chavismo, los puso de acuerdo: "Si a los reconocidos por el gobierno se les suma los correspondientes a enfrentamientos y resistencia a la autoridad, el total asciende a 23.000, entre ellos, 155 policías en todo el país".

TEMORES

Ésta es la Venezuela que se encontrarán los efectivos militares que desde mañana se desplieguen en Sucre y Baruta (en el estado de Miranda) y Antímano, El Recreo y Catia (Caracas), una medida populista aplaudida en la calle, pero criticada por ONG y la oposición.
 
La Guardia Nacional Bolivariana (GNB), de corte militar, ya recorre las calles. Pero con el nuevo plan, del que se desconocen casi todos los detalles, también se pretende sumar a efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
"Por su formación militar, la FANB no está capacitada para ejercer labores de seguridad ciudadana y desplazar a las policías, que sí están formadas", asegura Liliana Ortega, directora de la organización de derechos humanos Cofavic.
Marino Alvarado, coordinador de Provea, airea sus propios temores: "Constituye un gran riesgo y amenaza con frenar cualquier manifestación cívica política que procure la exigencia y protección de las garantías del Estado".
Provea aporta un dato que, de entrada, asusta: la GNB y el ejército están involucrados en el 44% de los casos de tortura atribuidos a cuerpos de seguridad del Estado en 2012.
Durante el chavismo, Provea investigó 300 casos de militares involucrados en violaciones de derechos humanos. "Esta situación evidencia la falta de preparación que tienen los funcionarios de la GNB para actividades de control y seguridad ciudadana", dijo Alvarado.
La medida de Maduro encierra, además, un claro componente político. "Para el gobierno sólo existe inseguridad en el estado de Miranda", se quejó ayer su gobernador y líder de la oposición, Henrique Capriles. "El problema de la violencia sí se puede resolver, pero no con politiquerías", añadió.
Maduro yerra con las cifras: los distritos opositores de Sucre y Baruta no son los más peligrosos del país, como sostiene. A la cabeza se sitúa el municipio caraqueño de Libertador, que en los primeros cuatro meses del año contabilizó más de 700 homicidios. Sólo ayer, la morgue recibió 11 cuerpos de personas asesinadas en ese distrito, que preside Jorge Rodríguez, el jefe de campaña de Maduro.
El oficialismo intenta culpar a Capriles y a los alcaldes opositores de los problemas de seguridad que padece todo el país, pese a que el Estado central tiene asumidas casi todas las competencias.
Desde el Palacio de Miraflores también se han recortado fondos una y otra vez, lo que impide a las otras administraciones enfrentarse al crimen en mejores condiciones que las actuales. Maduro fue más lejos ayer al adelantar que "vamos a depurar a la policía de Miranda [que es de la gobernación]".
Maniobras políticas que a la familia de Edgar García le son absolutamente indiferentes. El cadáver del joven de 23 años apareció en la orilla del caraqueño río Guaire. Salió de fiesta y no volvió. Sus familiares lo lloraban en la morgue. Ya sabían cómo hacerlo. A su hermano Iván lo mataron hace dos años para robarle. Para ellos, el plan Patria Segura llega muy tarde..

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