domingo, 12 de mayo de 2013

ALEJANDRO J. SUCRE


Diferencias bolivarianas

Tratar de acabar con los monopolios es mejor hacerlo atrayendo nuevos competidores

ALEJANDRO J. SUCRE |  
EL UNIVERSAL
domingo 12 de mayo de 2013  12:00 AM
Me impresionó las muy sentidas condolencias y agradecimientos que enviaban por Twitter los deportistas a la familia del presidente Chávez cuando falleció. Se notaba que los distintos deportistas de todas las especialidades sentían un profundo agradecimiento por el ascenso que habían sentido en la sociedad venezolana gracias a las políticas públicas realizadas por parte del gobierno del presidente Chávez. Igualmente, el Gobierno Nacional también ha sido un tremendo apoyo a la comunidad y a los líderes del Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles del país. Y el agradecimiento de esta comunidad al presidente Chávez es notorio. 

El Ejecutivo Nacional ha actuado de una manera muy estimuladora a la hora de dar apoyo a los atletas del país. Ha sido muy positivo por parte del Gobierno felicitar a Jonathan Vegas por destacarse mundialmente en golf, apoyar a Pastor Maldonado con centenares de millones de dólares para destacarse en el F1, a esgrimistas, y a la Vinotinto. La actitud del Gobierno de aprobar y otorgar becas, entrenadores e infraestructura para que Venezuela avance en las competencias deportivas a nivel mundial ha sido ampliamente reconocida por los venezolanos. 

El mecanismo de apoyo del Gobierno Nacional a los deportistas y a los músicos del Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles ha sido un digno ejemplo de cómo un gobierno debe estimular a toda la población. A nivel de la economía, el Gobierno Nacional debe reconocer que no puede nunca poseer todos los dólares que necesitan 30 millones de habitantes, ni hacer todas la viviendas ni proveerles alimentos. Al igual que trata a los deportistas y a los músicos de orquestas sinfónicas en Venezuela, el Gobierno debe poner reglas que estimulen a que todos produzcan. Aunque el Gobierno si ha estimulado a los pequeños empresarios apoyándolos para crear cooperativas, empresas con microcréditos, empresas de producción social, misiones, etc. , en el campo económico ha actuado con más desorden y no han corregido las fallas en forma pragmática.

A diferencia de las políticas que aplica el Gobierno bolivariano para los sectores deporte, de orquestas juveniles y de microempresas, que se basan en apoyo, confianza y libertad, en el sector productivo de mayor tamaño, un mismo gobierno, aplica políticas inspiradas más en controles y en desconfianza. Así vemos que en el sector productivo hay hasta el extremo de desconfianza cuando se requiere un funcionario público para firmar guías para desplazar alimentos de un lugar a otro del país, y cuando cada importación debe ser aprobada por alguna autoridad. 

Es curioso tratar de entender por qué esta diferencia de enfoque en las políticas públicas que aplica un mismo gobierno hacia distintos sectores de la sociedad venezolana. Tal vez el miedo justificado que el Gobierno bolivariano le tiene a los monopolios, y hay que reconocer que en Venezuela históricamente ha habido una tendencia de cartelizar las distintas industrias del país, es lo que explica la diferencia de actitud que aplica el Gobierno hacia las medianas y grandes empresas. Sin embargo, el Gobierno debe recordar que tratar de acabar con los monopolios es mejor haciéndolo atrayendo nuevos competidores que ahorcando con controles y paranoia a los que existen. 

alexsucre@hotmail.com

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