Ojos morados - Activo político
Nuestros representantes se desplazan por el continente y atrás los sigue Nicolás con su séquito
ADOLFO P. SALGUEIRO |
EL UNIVERSAL
sábado 11 de mayo de 2013 12:00 AM
Por primera vez desde que gobierna el chavismo vemos que la agenda política no la determinan ellos sino la oposición o -dicho de otra manera- el gobierno está a la defensiva mientras quienes lo adversan están al ataque. Como tal situación es inédita ellos no saben qué hacer y por eso asumen actitudes que lejos de favorecerlos contribuyen a enredarles más como lo revelan los distintos sondeos de opinión que se van conociendo.
Con el debido respeto e inalterable afecto a María Corina con quien estamos colaborando en la formulación de la estrategia internacional, no podemos dejar de reconocer el descomunal regalo mediático -y en consecuencia político- que el oficialismo ha hecho a la oposición. En efecto, los hematomas que rodean los ojos de la agraciada diputada, su tabique nasal roto y el collarín que requiere para aliviar las consecuencias de la golpiza recibida en las vértebras cervicales, constituyen un activo político de altísimo valor que revela sin necesidad de explicaciones adicionales el pozo de barbarie en que se ha convertido un Parlamento donde no dejan "parlar" a algunos diputados. Lo mismo el caso del ojo morado de Julio Borges y la lesión en la frente de William Dávila, todo lo cual muestra elocuentemente la interpretación de la "tolerancia y amor" predicada desde los cuarteles "revolucionarios" con la presumible asesoría cubana.
Paralelamente la oposición está haciendo el grandísimo esfuerzo de apersonarse en cuanto lugar podemos del continente -y hasta en Europa- para hacer conocer las razones que nos mueven a reclamar una auditoría en serio de los resultados electorales y al mismo tiempo denunciar los atropellos y arbitrariedades que en Venezuela son ya habituales. A esta acción, legal y legítima el oficialismo la califica como "traición a la patria" mientras los capitostes del régimen solicitan acciones penales contra quienes ejercen sus derechos.
De paso, para los que creen que la acción en el plano internacional sirve para poco los invitamos a considerar la situación actual en la que la presión de algunos parlamentos más la iniciativa de diputados y senadores individuales, academias, personalidades, partidos políticos, organizaciones sindicales y gremiales etc., están obligando a Nicolás a desplazarse a distintos lugares para contrarrestar la percepción de duda que rodea a su investidura para lo cual debe ayudarse con la chequera que -para peor- luce ya exangüe. Nuestros representantes se desplazan por el continente y atrás (no adelante) los sigue Nicolás con su séquito para tratar de explicar lo inexplicable a presidentes que hace menos de un mes fueron engañados en la reunión de Unasur en Lima para convencerlos de venir a su juramentación con la promesa -luego ignorada- de una auditoría electoral como debe ser. Hasta los "mejores amigos" como Santos y Humala han tenido que deslindarse.
La enseñanza es que la presión internacional no es suficiente para arreglar cuestiones internas pero que difícilmente estas se resuelven sin dicha presión porque la democracia también se globalizó ya trascendiendo las fronteras nacionales.
apsalgueiro@gmail.com
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