viernes, 9 de noviembre de 2012

Historia y Tradición

                                         Historia y Tradición
Ing. Luis Caballero Mejías, inventor de la harina pre cocida
Eumenes Fuguet Borregales (*)
En la cocina venezolana y de muchos países, no falta la harina pre cocida para la rápida elaboración de las criollas arepas, empanadas o hallacas; evitando el antiguo, largo e incómodo procedimiento, que obligaba a nuestras abuelas madrugar para hervir el maíz con cal o ceniza, luego pelarlo y ablandarlo, lavarlo, quitarle la concha y el olor a lejía, pilarlo y molerlo, logrando al fin preparar la masa. Gracias a la inventiva del ingeniero mecánico Luis Caballero Mejías con su patente en 1954 de "La Arepera", en forma casi inmediata podemos degustar la "arepa nuestra de cada día".
Este  paisano nació en Caracas el 12 de diciembre de 1903, hijo de Don Francisco Caballero y Doña Luisa Mejías Paz Castillo. Huérfano quedó bajo la tutela de sus tías, quienes le prodigaron excelente educación en el conocido Colegio Francés de Caracas. El joven Luis, deseaba prepararse en el área técnica, a tal fin es enviado a Chile en 1925, donde realiza estudios superiores en la Escuela de Artes y Oficios durante cinco años. De regreso es designado Ingeniero Jefe de los Astilleros de Puerto Cabello, trabajó igualmente en los ferrocarriles.
Preocupado por la falta de mano de obra calificada y por la formación de los jóvenes en el área técnica. Basado en su formación profesional, desarrolló modernos sistemas de aprendizaje, logrando la instalación de talleres y pequeñas fábricas. Caballero Mejías fue designado en 1935 Director de la Escuela de Artes y Oficios de Caracas. Fue tanto el impulso que le dio a la preparación técnica de los alumnos, que el Ministerio de Educación la denominó en 1937 Escuela Técnica Industrial (E.T.I), la cual más adelante se honraría con su nombre, institución pionera en la especialidad, origen de varias similares en el país.
Se dedicó a tiempo completo en la formación de los futuros técnicos que tanto necesitaba la nación para su desarrollo. En 1954 egresó la Primera promoción de técnicos industriales; En 1956 con más de veinte años de fructífera labor educativa formando profesionales es destituido del cargo por la dictadura reinante, debido a que los estudiantes se mantenían en la calle en pie de lucha.
La Junta de Gobierno  instaurada a la caída del Gral.  Marcos Pérez Jiménez en enero de 1958, le asigna la recién creada Dirección de Educación Artesanal, Industrial y Comercial, correspondiéndole organizar y mejorar el sistema educativo en el área; paralelamente fue designado Presidente Honorario de la Asociación de Egresados de la Escuela Técnica Industrial, futuro Colegio de Peritos y Técnicos Industriales de Venezuela, importante grupo de técnicos superiores, que ha participado en diferentes actividades en beneficio del engrandecimiento nacional. Sin ver culminada su voluntad de formar ingenieros industriales, lamentablemente a los cincuenta y seis años de edad, falleció este insigne educador y formador de juventudes el 12 de octubre de 1959, cuando aún tenía mucho que ofrecer de sus conocimientos y experiencia formativa. Sus discípulos en agradecimiento a las enseñanzas y formación bien lo denominaban "El Maestro". Por su diligente obra recibió varios reconocimientos, entre otros: Medalla de Honor de Instrucción Pública, Medalla de Honor 24 de Junio, Orden Andrés Bello y Capitán Honorario del Cuerpo de Bomberos de Caracas; en diferentes ocasiones representó al país en congresos internacionales.
Instituciones educativas del país se honran llevar su preclaro nombre. Por su invento sobre la harina pre cocida, recibió el año 1954 la patente Nro. 5.176, con la denominación "La Arepera", harina de masa de maíz o masa de maíz deshidratada, según la Ley de Propiedad Industrial y Comercial, ante el Ministerio de Fomento Nro.271, mes 7, Registro General 5176 de fecha 05-06-1954. Amigo de los conocidos hermanos Álvarez, trujillanos que implementaron en Caracas la venta de tostadas (arepas rellenas), les presentó su invento, que resultó exitoso para los negocios que activaron en varios sitios de la ciudad.
Por cierto uno de los primeros clientes en probar la suculenta arepa rellena fue el joven cantante Alfredo Sánchez Luna (Alfredo Sadel); igualmente cuando llevaron al negocio a la señorita Susana Duijin -Mis Mundo 1955, sirvió para denominar un tipo de tostada como "reina pepiada". El señor Heriberto Álvarez, informaría que una gran empresa procesadora le compró al ingeniero Caballero Mejías en 1959 la patente para industrializarla.
Nuestro biografiado inventó y fabricó una máquina trituradora de corozos, y construyó un riñón artificial entre tantas ideas que materializó gracias a su inteligencia e iniciativa. En un mural educativo se lee un pensamiento de este ciudadano ejemplar:
"No hay profesiones indignas, indignidad puede haber en quienes las ejercen, y eso es una condición humana y no de los oficios".
(*) Gral. de Bgda.                                                                            churuguarero77@gmail.com
@eumenesfuguet

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