lunes, 14 de diciembre de 2009

Ifá y el Mensajero Divino



Eshu es el Mensajero Divino de la tradición religiosa del África Occidental conocida como “Ifá”. La palabra Eshu es el nombre dado para describir una compleja convergencia de fuerzas espirituales que están en la base de la cosmología de Ifá. Por su parte, no hay traducción literal para el término Ifá, que se refiere a una tradición esotérica, a un entendimiento sobre la ética, a un proceso de transformación espiritual y a un conjunto de escrituras que son la base de un complejo sistema de adivinación. La tradición de Ifá se encuentra diseminada por el territorio africano, donde se introdujo de la mano de la cultura yoruba. La Nación Yoruba ocupó la región sudoccidental de Nigeria. Antes de la colonización, esta estaba constituida por una federación de ciudades-estado, cuyo centro originalmente se situaba en la ciudad de Ilé Ifé. Se dice en las escrituras de Ifá que los yorubas migraron hacia Ilé Ifé desde el Este, bajo el liderazgo de un jefe guerrero llamado Oduduwa. Es difícil fechar el momento en el que los yorubas migraron hacia África Occidental, puesto que la investigación arqueológica al respecto ha sido escasa. Los estimados varían entre hace seiscientos y hace dos mil quinientos años. Es factible que la migración haya tenido lugar durante varias generaciones. Mientras la población aumentaba, cada nueva ciudad–estado que comenzaba a formar parte de la federación yoruba era gobernada por un jefe llamado “Oba”. La posición de Oba es una forma de monarquía hereditaria y cada Oba sobrelleva una iniciación que lo convierte en un descendiente espiritual de Oddúa. Las instituciones políticas tradicionales de los yorubas están muy integradas a sus instituciones religiosas tradicionales. Ambas sobrevivieron el control británico sobre Nigeria y continúan funcionando paralelamente al actual gobierno. Dentro de la disciplina de Ifá, hay un cuerpo de conocimiento llamado “Awo”, que intenta preservar los rituales que crean la comunicación directa con las fuerzas de la naturaleza. Awo es una palabra yoruba que usualmente se traduce como “secreto”. Desafortunadamente, no hay un equivalente real para Awo en castellano, puesto que la palabra lleva implícitas fuertes asociaciones culturales y esotéricas. En la cultura tradicional de los yorubas, Awo se refiere a los principios ocultos que explican el Misterio de la Creación y la Evolución. Awo es el entendimiento esotérico de las fuerzas invisibles que sostienen la dinámica y la forma dentro de la naturaleza. Y la esencia de estas fuerzas invisibles no es secreta porque sea engañosa, sino porque es escurridiza, impresionante en su poder de transformarse y no ser fácilmente manifiesta. Por eso sólo puede ser aprehendida a través de la interacción y la participación directa. Cualquier cosa que pueda ser conocida por el intelecto sólo, deja de ser Awo. La inspiración primigenia para Awo es la comunicación entre fuerzas espirituales trascendentes y la consciencia humana. Se cree que esta comunicación es facilitada por Eshu. Dentro del Awo de Ifá, se dice que Eshu es poseedor de veintiún aspectos o caminos. En términos sencillos, esto sugiere que la habilidad de comunicarse con fuerzas espirituales tiene una variedad de características distintas. Cada una de estas características tiene una función muy específica dentro del marco del ritual de Ifá. Esu es conocido como el Mensajero Divino debido a su función clave en Ifá. Algunos diccionarios y manuscritos antropológicos traducen Eshu como “demonio”. Esta interpretación no es consistente con la descripción de Eshu en las escrituras de Ifá. Eshu puede asumir el rol de Espíritu travieso, pero este rol tiene la función de transformar las visiones engañosas y limitadas del Yo y del Mundo. El rol de Espíritu travieso en todas las tradiciones telúricas es eliminar las percepciones limitadas que provocan el estancamiento en vez del crecimiento. Sólo quienes creen que poseen la “verdad absoluta” ven al Espíritu travieso como un “espíritu demoniaco”. El Mensajero Divino es generalmente conocido en la cultura Yoruba como Eshu. No obstante, entre quienes practican la tradición Yoruba en Occidente, el Mensajero Divino suele ser conocido como Elewa. Es difícil establecer cómo y por qué sucedió este cambio de nombre, pero es sabido que en la tradición de Ifá, tal como se practica en África, Elewa es considerado un aspecto guerrero de Eshu. Elewa es una derivación del término “Ele Agbara”, que se traduce como “el poder de la fuerza”. Como un aspecto de Eshu, Elewa es la habilidad de comunicarse con el espíritu frente a sobrecogedores obstáculos y opresiones. Dadas las condiciones que existieron durante la esclavitud, no es difícil imaginar por qué Elewa se convirtió en un foco primario de interacción entre la consciencia humana y el espíritu, dentro de los seguidores de Ifá en Occidente. Eshu es considerada una de muchas fuerzas espirituales presentes en la naturaleza, conocidas como “Orisha”. La palabra Orisha significa “cabeza escogida”. En un contexto cultural, Orisha es una referencia a las múltiples fuerzas de la naturaleza que guían la consciencia. De acuerdo con Ifá, toda parte de la naturaleza posee alguna forma de consciencia llamada “orí”. Se cree que la orí de todos los animales, plantas y humanos es guiada por una fuerza específica de la naturaleza (Orisha), que define la calidad de su forma de consciencia. Hay un gran número de Orishas y cada uno tiene su propio Awo. La función particular de Eshu en el ámbito de Orisha Awo (los misterios de la naturaleza) es traducir el lenguaje de los humanos en el de la naturaleza, y viceversa. La forma como esto se lleva a cabo es la esencia del Awo de Esu.



 

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