sábado, 5 de diciembre de 2009

MIEL O MIERDA
Lamento usar un título tan escatológico. Pero un mensaje de texto anónimo en mi celular,
 da pie a esta nota.


El mensaje decía:

De los muchos MSM recibidos este sí me provocó responderlo al instante. Como resortes mis dedos volaron por el celular y clickearon la respuesta a velocidad casi tan rápida como mis pensamientos: Al punto me di cuenta que ese breve intercambio con un anónimo, me daba la foto del país. Moscas y abejas. En rápida sucesión me vinieron las imágenes que lo confirmaban: El Vargas pujante de 1999 y la trocha, vial, física y mental en el 2006.  Aquella pantalla de tv partida del 11A. La muerte de un lado y del otro la retórica hueca. Las cadenas donde el presidente regala a los pobres del Bronx y en paralelo nuestros niños hacen malabares en los semáforos. El profesor que insta a la excelencia y el que sólo cumple un horario.El activista virtual de teclado y el luchador social de campo.La dualidad es infinita. Haga el ejercicio…Hay muchas moscas, es cierto.Pero comer mierda siempre será equivocado.  Las abejas continuamos zzzziiiiiii zzzzzzzzziiiiiiiii zzzzzzziiiiii. Lo bueno es saber cuantas somos de verdad-verdad Son moscas esos que no se ponen una boina roja, ni asisten a marchas chavistas y mucho menos socializan con los revolucionarios, que físicamente están de nuestro lado y creímos abejas…pero detrás de la maquinita y a solas, votaron rojo. Porque reconozcámoslo: el dinero corre.  La abstención mayoritaria en el rango de cédula que abarca a los de treintitantos o cuarentipocos…esos que sin ser revolucionarios confesos, exhiben signos de bonanza que sus padres a esa edad y trabajadores honestos, ni soñaron. O el empleado público, testigo y cómplice de manejos que lo salpican; los créditos blandos, los contratos, los beneficios… Los muchos que no han puesto un grano de arena –literal- en la gesta opositora, y se han erigido sistemáticamente en jueces de todo el que ha intentado algo. Decir que nos robaron es insistir en echar a otros la culpa. Es no reconocer la verdad de esa dualidad que rompe al país entre la mierda y la miel. No. No hubo robo...o por lo menos, no nos robó quien algunos dicen que lo hizo. A quien es más fácil endilgarle las culpas…total, tiene ya tantas…Nos robó nuestra gente. Esa que a nuestro lado gritaba ATREVETE pero a solas frente a la máquina, a la luz de un contrato, un beneficio o un negocio, se abstuvo o votó rojo. No va a sus marchas sino a las nuestras. No se pone nada  colorao...Pero aseguró su bonanza en ese voto rojo. Y a los que votaron azul pero hoy se atreven a acusar a Rosales yo los llamo públicamente moscas.Su cortedad, de paladar y de cerebro, no les permite ver que Rosales logró, a solas y por todos nosotros, quitarnos a casi 5 millones de venezolanos el estigma de golpistas que el gobierno ha usado como excusa para privarnos de todo ejercicio democrático y para excluirnos.Quienes hoy atacan a Rosales son los mismos que no han tenido la mínima solidaridad para con los presos políticos. Los que usufructuaron de la CD y luego denigraron de ella. Los que huyeron del país y dictan cátedra a distancia. Los mismos que quisieron hacer de la abstención un galón suyo y salieron a última hora por si acaso podían sacar tajada del triunfo. Los que en su pequeñez, agazapados y cobardes, esperan que otro salga a hacer algo útil, para saltarle luego a la yugular. Que no se exponen jamás, pero esperan que otros lo hagan…y que, si su inmenso ego no está satisfecho, consideran que esas abejas deben recibir además sus descargas como si fuera Palabra Divina. Así como hace meses me planté al lado de Carlos Azpúrua en el caso de la Marqueseña ante una comunidad cobarde que desde su casa le pidió rebelión, ahora me planto al lado de Rosales y el equipo que sí hizo labor de abeja y no mero zumbido de moscas. Que para ser mosca y comer sólo mierda, no hace falta tener cerebro. Pero para hacer miel, hace falta equipo, solidaridad, responsabilidad compartida, empeño y mucho, mucho trabajo. Que Zumben las moscas. Los resultados demostraron que muchos zumbidos que parecían de abeja, eran en realidad moscas.
http://www.elgusanodeluz.com/

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