martes, 22 de diciembre de 2009

Así fue el secuestro que terminó en tragedia



Era la fiesta del cumpleaños 69 del gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuellar.

• Confirman asesinato del gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar. Su cuerpo está en Florencia
Su cuñada, Inés Galindo, contó que en la noche del lunes un grupo de amigos de Cuellar se reunió con él en su casa, ubicada en el barrio Pablo Sexto, de Florencia. Llegaron para traerle regalos y una torta, un día antes de su cumpleaños, que era ayer (martes). "Ellos partieron y el señor gobernador le dijo a la esposa que estaba cansado y que quería ir a dormir. Y se fueron al tercer piso", señaló la mujer, narrando lo que acontecía cuando faltaban pocos minutos para las 10 p.m. Según vecinos del barrio Pablo Sexto, en el oriente de Florencia, un grupo de hombres vestidos como militares entraron al barrio por la calle 12 y parquearon una camioneta cerca de la casa de Cuellar a las 10:15 p.m.Ahí, esperaron hasta que se acercara el patrullero Javier García Gutiérrez, que cuidaba la vivienda del Gobernador. "Le quitaron el radio, el arma, y lo asesinaron", contó un testigo que prefirió no revelar su nombre. A partir de ese momento las calles de Pablo Sexto quedaron vacías. "Yo estaba en mi alcoba, en el segundo piso, cuando comencé a sentir unas ráfagas y de un momento a otro una explosión", contó Galindo.Los tiros que escuchó fueron las que acabaron con la vida de García. Y la explosión, fue el petardo que pusieron los guerrilleros para derribar la puerta del gobernador. Cuatro o cinco guerrilleros, según la familia, entraron a la casa donde estaban Inés; la esposa de Cuellar, Imelda Galindo, y el gobernador. Afuera se siguieron escuchando disparos. Al parecer, dos guerrilleros se quedaron cuidando la calle y otro se mantuvo en el vehículo .Los guerrilleros que entraron en la casa de Cuellar dijeron que pertenecían al Ejército y que venían a darle seguridad al Gobernador porque había un atentado terrorista en curso. Le preguntaron a la esposa del Gobernador dónde estaba él y ella respondió: “Está allá arriba". "Yo creo que mi cuñado puso resistencia para bajar porque ellos lo bajaron arrastrando por las escaleras. Cuando yo vi eso me di cuenta de que no era ningún ejército. Él me dijo: 'Inés, qué pasa'. Y yo le respondí: 'No sé señor gobernador'. Y lo ayudé a levantar. Y fue cuando lo sacaron y lo subieron en una camioneta", contó Inés Galindo. El escolta de Paula Adriana Cuellar, la hija menor de Cuellar, contó que cuando llegaba a la casa trayendo a Paula y a su hijo sintieron la explosión. La mujer y un niño llamado Andrés Felipe, de 10 años, se fueron en el carro mientras el escolta intento atacar a los guerrilleros disparándoles. "Ellos tenían armas largas y yo una corta, no se puede hacer mucho así", dijo el guardaespaldas. Una patrulla de la policía que pasaba por el sector también fue atacada por los subversivos y dos policías aún se recuperan de sus heridas en una clínica de Florencia. Nadie en el barrio ni en la familia sabe cuánto tiempo pasó después de que comenzó el ataque. Cuando partieron los guerrilleros, los vecinos solo encontraron el cuerpo del policía García tirado en el piso. A las 12 de noche, la Policía del Caquetá encontró la camioneta donde se llevaron al gobernador abandonada e incinerada en una vereda de Florencia llamada El manantial, al pie de los cerros orientales. Y, a las 5 de tarde, cerca de esta zona, fue hallado el cadáver, que sería del gobernador.

ALBERTO MARIO SUÁREZ D.
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO
FLORENCIA

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