Martes, 17 de febrero de 2015
Eumenes Fuguet Borregales
En este año llega a la edición
cuatrocientos cuarenta y cuatro, el
“Baile de la Hamaca”, tradición porteña, Patrimonio Cultural del estado
Carabobo; de raíces afro caribeñas, procedente de Curazao, incluida por primera vez en el calendario escolar 2013-2014, Arraigada
en el barrio San Millán, bajo la coordinación, preparación y ejecución del
Grupo Folklórico San Millán; se realiza durante el lunes y martes de carnaval,
simulando dramatismo, durante un
velatorio, donde un negro se da cuenta de la infidelidad de su mujer,
precisamente con el difunto. A tal fin, se organiza el velorio, el recorrido
del fallecido y su entierro. La Hamaca es preparada con retazos de tela y
monte, envueltos en una sábana, a la cual se le adhieren flores, es
transportada en un palo largo. Las mujeres visten faldas largas con llamativos
colores, se colocan un pañuelo o cintas anchas en la cabeza y se pintan la
cara. La danza se divide en tres episodios. Durante la media noche del lunes de
carnaval, se lleva a cabo el Velorio, conocido como el “Paseo o Paseillo”, con
el bamboleo de la Hamaca. Los participantes tocan tambor, caracoles (guarura),
charrascas y cachos, el desplazamiento, es precedido por los “mamarrachos”,
consumen bebida espirituosa y café, aprovechan para charlar y echar cuentos. En
la esquina de la Cruz, la Hamaca es colgada, le colocan velas a su alrededor.
El grupo San Millán, manifiesta su respeto a Don Viviano Pitre, curazoleño, ya
fallecido, propulsor de este folklore y se comprometen a mantener la tradición.
Este episodio se realiza hasta las cinco de la mañana del martes. Los
hamaqueros lucen camisas estampadas, rostros pintados y una especie de
turbante. Antes del mediodía, llega corriendo a la multitud, una persona
gritando: ¡Ya se murió! ¡Ya se murió!
Entonces los sanmillaneros, tocan sus tambores, soplan sus cachos, y
gritando, todos responden en coro: ¡Hay que enterrarla! ¡Hay que
enterrarla! Y es allí, el mediodía del
martes, cuando comienza el "cortejo fúnebre", y es lo que se conoce
como el “Lloro del Muerto”. La Hamaca sale del barrio, a recorrer algunas
calles. Las mujeres bailan alrededor de ella; simulan dramas, tal como el que
ocurre, cuando uno de los hombres a garrotazos, hace caer La Hamaca donde
cargan al difunto, hecho que provoca una aparente crisis en las mujeres,
quienes simulan llorar arrodilladas sobre su muerto. Esta reacción despierta
celos en los hombres, quienes se enfrentan entre sí, con gran destreza, en una
lucha a palos; durante el simulacro de la pelea, donde no se maltratan, exteriorizan
“Macho Yo”. Las mujeres, invitan a los
hombres a bailar. A los no hamaqueros, no les está permitido llevar camisa,
pueden participar pintados con colores vivos. La Hamaca hace un alto en la
Planchita y un segundo descanso en el barrio Rancho Chico, donde la comunidad,
ofrece comidas y bebidas. A las seis de la tarde, La Hamaca retorna a San Millán, sitio de salida,
cuando suben La Hamaca al techo de la
residencia donde vivió Don Viviano; la
cubren con aserrín, hasta el siguiente
año.
Churuguarero777@gmail.com
@eumenesfuguet
Historia y Tradición
Publicado por Gerónimo Alberto
Yerena Cabrera
Etiquetas: Carnaval, Estado
Carabobo: Sucesos y personajes, Eumenes Fuguet Borregales
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