AGUAS GUAYANESAS (Metamorfosis)
Por Ana Carvajal.
Entre fusas y semifusas encontré a la musa que me hizo escalar varios tepuyes hasta llegar al Churun Merú, descendí furiosa por sus entrañas esculpiendo el alma de esa montaña, en trenzas de orquídeas y madreselva llegué a mi lecho; convertida en remanso de aguas tranquilas y cristalinas para deleitar a los nativos y visitantes de ese lugar.
II
Rocas ígneas y principescas escoltan mi recorrido como el Autana, el Kukenán y el Roraima, cuyos nombres de lengua indígena han recibido gracias reales de los Pemones, seres que habitan desde el principio esos cenáculos. El Auyantepuy de donde emerge el Kerepakupai Venáa es el Patriarca de todos ellos pues alberga un Ángel y no es plebeyo.
III
Continúo mi viaje cual dromedario como si fuera un serpentario, tallando el cuerpo de esta Princesa tan legendaria, de génesis plasmada en ignotos tiempos del pre cámbrico, quizás fue morada de fieros dragones y dinosaurios ,mi tierra amada es salpicada con mi paleta de mil colores y es por eso la consentida de famosos escritores y pintores.
Sin pausas ni sobresaltos nos transformamos en majestuosas cascadas fieles testigos de nuestro espíritu indómito, el Kamá , el Sapo, Hacha, Wadaima, Golondrina, Ucaima, el Aponwao, Cortinas de Yuruaní y las pequeñas quebradas de Jaspe y Pacheco son algunos de nuestros encantos. Es la quebrada de Jaspe la consentida por los viajeros, matizada en rojo escarlata reposa sus aguas en sílice y cuarzo. Como pueden ver somos un bálsamo si se deciden a visitar nuestra tierra mágica.
V
También habitamos en lagunas rojizas como Canaima, retozamos en numerosas cuevas casi todas inexpugnables, semi exploradas y aún vírgenes como la mayoría de los tepuyes, los exploradores quedan rendidos por nuestra belleza y casi nadie conoce las variadas especies que sustentamos. El explorador que más ha cortejado las tierras que bañan mis aguas descubriendo especies y también cuevas, tanto en noche como de día, es el insigne Charles Brewer Carías. .
VI
Fauna diversa se alimenta del elixir de nuestras aguas y si es la flora de las Orquideas, Bromelias y los helechos siempre se encuentran en eterna floración . Nuestra morada está enclavada en los tepuyes, valles, cuevas, saltos y en todo los ríos a lo largo de nuestra Guayana, pero este ecosistema es más bien frágil y por eso apelamos a la conciencia de ustedes los seres humanos, quienes deben cuidarnos y preservarnos para las futuras generaciones y en armonía con los gobiernos cumplan señores el objetivo siete de este Milenio.
VII
Antes de besar al Orinoco nuestras tostadas aguas son atrapadas en amasijos de acero y hormigón, sin embargo seguimos rugiendo cuando las compuertas se abren de flor en flor y cual avalancha ya desbocada regamos el suelo sagrado del Caroní, cuna del fiero Cacique Yarivi y como una doncella en sacrificio nos ofrecemos por el progreso de nuestro país. Para finalizar nunca olvidemos que en nuestras aguas dejó su impronta y también su estela el Indio Sucre Figarella.
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