Las primeras medidas directas contra el empresario kirchnerista
El fiscal Marijuan le había solicitado 99 diligencias al juez Casanello, quien además envió exhortos
Poco a poco, la investigación de lavado de dinero que tiene en su carátula el nombre de Lázaro Báez se encamina a reunir evidencias en contra del empresario patagónico. El juez federal Sebastián Casanello tiene redondeado un cúmulo de pruebas sobre los personajes de reparto del caso. Sobre el financista Federico Elaskar, ex dueño de la financiera SGI, que movilizaba fondos de Báez fuera del país a empresas panameñas con cuentas en Suiza, según las investigaciones periodísticas, y sobre Leonardo Fariña, el marido de Karina Jelinek, que confesó haber llevado valijas con dinero de Báez.
Los bienes de ambos fueron inhibidos , ante la presunción de que fueron producto del blanqueo de dinero que se les imputa. Los reportes de operaciones sospechosas sobre pases de plata y compras de campos y de autos que están en la causa son abundantes y el modus operandi es común. Según los datos de la Unidad de Información Financiera (UIF), la maniobra se ideaba de modo que los nombres de Elaskar y Fariña desaparecieran. Con esta evidencia Casanello indagará a los sospechosos. Ayer, Elaskar presentó a su nuevo abogado, José Manuel Ubeira, que lo asistirá en su indagatoria del lunes, y Fariña pidió otra vez postergar su interrogatorio, previsto para el mismo día. Casanello resolverá.
Pero las medidas de ayer se centraron en Báez: allanaron sus casas, abrieron sus cajas de seguridad y verificaron si efectivamente tuvo una bóveda y si la escondió, como denunció la diputada Elisa Carrió.
Casanello ordenó las 99 medidas de prueba que le pidió el fiscal Guillermo Marijuan y dispuso otras que lo llevaron a enviar nuevos exhortos a Suiza, Panamá y Uruguay. En este último caso, para acceder a los documentos de la compra del campo El Entrevero, que realizó Fariña con Acosta y terminó manejando Daniel Pérez Gadín, contador de Báez.
El fiscal Guillermo Marijuan destacó, como indicios del lavado de Báez, su empresa Teegan Inc, a nombre de su hijo, radicada en Panamá. Reclamó constatar oficialmente su existencia y congelar e inmovilizar sus fondos. También destacó que Austral Construcciones tiene 14 cajas de seguridad en el Banco de Santa Cruz y 55 plazos fijos constituidos en 2007, 2008 y 2011. En dólares, tuvo un plazo fijo que sumó US$ 1.181.937 y adquirió entre 2007 y 2011 más de 11 millones de dólares en el banco de Río Gallegos, donde Báez empezó como cajero. Austral Construcciones también recibió un aporte de capital de 254 millones de pesos por parte de un fideicomiso radicado en Uruguay. Según el fiscal, esto puede constituir una operación "back to back", maniobra típica de lavado que consiste en sacar dinero no declarado y reingresarlo como un autopréstamo.
A estos indicios se sumaron los hallazgos realizados ayer en el Sur y los reportes de operaciones sospechosas de lavado de dinero que le envió a la UIF sobre Báez. La investigación puede ahora subir varios escalones hasta alcanzar a Báez.
A excepción de los ROS sobre lavado, hasta ahora no hay papeles que compliquen a Báez. Pero puede enfrentar problemas por otro camino: si Fariña y Elaskar son sospechosos de lavar dinero ajeno, que no pueden justificar, detrás de ellos se recorta la figura del empresario patagónico, a través de su contador Pérez Gadín, que aparece en las operaciones financieras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dentro del mejor de los climas y respeto