Ing. Luis Caballero
Mejías, inventor de la harina pre cocida
Eumenes Fuguet
Borregales (*)
En la cocina venezolana y de
muchos países, no falta la harina pre cocida para la rápida elaboración de las
criollas arepas, empanadas o hallacas; evitando el antiguo, largo e incómodo
procedimiento, que obligaba a nuestras abuelas madrugar para hervir el maíz con
cal o ceniza, luego pelarlo y ablandarlo, lavarlo, quitarle la concha y el olor
a lejía, pilarlo y molerlo, logrando al fin preparar la masa. Gracias a la
inventiva del ingeniero mecánico Luis Caballero Mejías con su patente en 1954
de "La Arepera", en forma
casi inmediata podemos degustar la "arepa
nuestra de cada día".
Este paisano nació en Caracas el 12 de diciembre de
1903, hijo de Don Francisco Caballero y Doña Luisa Mejías Paz Castillo.
Huérfano quedó bajo la tutela de sus tías, quienes le prodigaron excelente
educación en el conocido Colegio Francés de Caracas. El joven Luis, deseaba
prepararse en el área técnica, a tal fin es enviado a Chile en 1925, donde
realiza estudios superiores en la Escuela de Artes y Oficios durante cinco
años. De regreso es designado Ingeniero Jefe de los Astilleros de Puerto
Cabello, trabajó igualmente en los ferrocarriles.
Preocupado por la falta de mano
de obra calificada y por la formación de los jóvenes en el área técnica. Basado
en su formación profesional, desarrolló modernos sistemas de aprendizaje,
logrando la instalación de talleres y pequeñas fábricas. Caballero Mejías fue
designado en 1935 Director de la Escuela de Artes y Oficios de Caracas. Fue
tanto el impulso que le dio a la preparación técnica de los alumnos, que el
Ministerio de Educación la denominó en 1937 Escuela Técnica Industrial (E.T.I),
la cual más adelante se honraría con su nombre, institución pionera en la
especialidad, origen de varias similares en el país.
Se dedicó a tiempo completo en la
formación de los futuros técnicos que tanto necesitaba la nación para su
desarrollo. En 1954 egresó la Primera promoción de técnicos industriales; En
1956 con más de veinte años de fructífera labor educativa formando
profesionales es destituido del cargo por la dictadura reinante, debido a que
los estudiantes se mantenían en la calle en pie de lucha.
La Junta de Gobierno instaurada a la caída del Gral. Marcos Pérez Jiménez en enero de 1958, le
asigna la recién creada Dirección de Educación Artesanal, Industrial y
Comercial, correspondiéndole organizar y mejorar el sistema educativo en el
área; paralelamente fue designado Presidente Honorario de la Asociación de
Egresados de la Escuela Técnica Industrial, futuro Colegio de Peritos y
Técnicos Industriales de Venezuela, importante grupo de técnicos superiores,
que ha participado en diferentes actividades en beneficio del engrandecimiento
nacional. Sin ver culminada su voluntad de formar ingenieros industriales,
lamentablemente a los cincuenta y seis años de edad, falleció este insigne
educador y formador de juventudes el 12 de octubre de 1959, cuando aún tenía
mucho que ofrecer de sus conocimientos y experiencia formativa. Sus discípulos
en agradecimiento a las enseñanzas y formación bien lo denominaban "El Maestro". Por su diligente obra
recibió varios reconocimientos, entre otros: Medalla de Honor de Instrucción
Pública, Medalla de Honor 24 de Junio, Orden Andrés Bello y Capitán Honorario
del Cuerpo de Bomberos de Caracas; en diferentes ocasiones representó al país
en congresos internacionales.
Instituciones educativas del país
se honran llevar su preclaro nombre. Por su invento sobre la harina pre cocida,
recibió el año 1954 la patente Nro. 5.176, con la denominación "La Arepera", harina de masa
de maíz o masa de maíz deshidratada, según la Ley de Propiedad Industrial y
Comercial, ante el Ministerio de Fomento Nro.271, mes 7, Registro General 5176
de fecha 05-06-1954. Amigo de los conocidos hermanos Álvarez, trujillanos que
implementaron en Caracas la venta de tostadas (arepas rellenas), les presentó
su invento, que resultó exitoso para los negocios que activaron en varios
sitios de la ciudad.
Por cierto uno de los primeros
clientes en probar la suculenta arepa rellena fue el joven cantante Alfredo
Sánchez Luna (Alfredo Sadel); igualmente cuando llevaron al negocio a la
señorita Susana Duijin -Mis Mundo 1955, sirvió para denominar un tipo de tostada
como "reina pepiada". El
señor Heriberto Álvarez, informaría que una gran empresa procesadora le compró
al ingeniero Caballero Mejías en 1959 la patente para industrializarla.
Nuestro biografiado inventó y
fabricó una máquina trituradora de corozos, y construyó un riñón artificial
entre tantas ideas que materializó gracias a su inteligencia e iniciativa. En
un mural educativo se lee un pensamiento de este ciudadano ejemplar:
"No hay profesiones
indignas, indignidad puede haber en quienes las ejercen, y eso es una condición
humana y no de los oficios".
(*) Gral. de Bgda.
churuguarero77@gmail.com
@eumenesfuguet
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