miércoles, 22 de abril de 2015

FIN DE CICLO

Por  |  Para LA NACION
   


Hay y bastante acuerdo en que se acerca un "fin de ciclo", naturalmente no aceptado por los defensores del actual esquema de Gobierno. Los ciclos son bastantes comunes en la vida económica y política. Hablando primero del sistema económico éste tiene oscilaciones, ciclos de distinta duración. Estas fluctuaciones de la economía han sido estudiadas por muchos autores, lo que se puede resumir diciendo que en economía hay ciclos: 1) cortos (Kitchin) de hasta 3 años y medio, 2) medios (Juglar) de hasta 8 años y medio y 3) largos (Kondratiev) de hasta 50-60 años. Hemos puesto entre paréntesis el nombre del autor que más estudió cada caso.
En política también tenemos ciclos, que en nuestro país desde 1930 han estado determinados por la sucesión de gobiernos militares y de gobiernos civiles y, desde 1983, por la capacidad de cada gobierno para resolver las restricciones económicas, con una duración de unos 10-12 años.
Es casi imposible separar los ciclos económicos de los ciclos políticos ya que cada dimensión tiene influencia sobre la otra y viceversa, por eso muchos autores suelen hablar de Ciclo Político-Económico (CEP), dividiendo las orientaciones políticas en oportunistas, racionales, y otras.
En este momento se habla de "fin de ciclo" de la actual gestión, que se inició en 2003 y duraría entonces 12 años y algunos meses. Esta gestión se ha caracterizado por gastar mucho más que el límite posible determinado por los recursos.
En este momento se habla de "fin de ciclo" de la actual gestión, que se inició en 2003 y duraría entonces 12 años y algunos meses. Esta gestión se ha caracterizado, como todas las gestiones desde 1930 y aún un poco antes, en mayor o menor medida, por gastar mucho más que el límite posible determinado por los recursos. Desde años antes del golpe de Estado de 1930 en adelante, podemos describir este tipo de acción pública con el nombre de "populismo", haya sido aplicada por gobiernos militares o civiles, de orientación nacionalista, neoliberal, conservadora, radical, peronista o alianzas: siempre déficit fiscal enorme y la consecuencia lógica, inflación. Incluso algunos políticos importantes han defendido este procedimiento de financiamiento espurio del Estado diciendo "un poquito de inflación no nos vendría mal", desconociendo que la pagan los pobres.
Desde 1944 hasta 2004, para no entrar en la zona de conflicto con la destrucción de las cifras del Indec, la inflación en Argentina ha sido de 70,4 % anual promedio y ningún país del mundo ha tenido este récord de tan alta tasa de inflación anual con tan larga duración. Por eso podemos llamar a todas estas gestiones con el desagradable nombre común de "populismo" aunque hayan tenido factores diferenciales en muchos otros aspectos, todas han tenido enormes déficit fiscales con el resultado, más tarde o más temprano, de la destrucción de la moneda causada por la inflación.
Desde 1944 hasta 2004, para no entrar en la zona de conflicto con la destrucción de las cifras del Indec, la inflación en la Argentina fue del 70,4% anual promedio. Ningún país del mundo ha tenido este récord con tan larga duración.
Actualmente la inflación es de 30% anual, pero llegó en 2014 a algo más del 40% anual. La recesión la ha moderado, pero tenemos mucha inflación reprimida: las tarifas ridículamente alejadas de los costos reales de producción, el tipo de cambio "atrasado" en gran medida, las tasas de interés negativas en términos reales que no favorecen el ahorro necesario para la inversión en fábricas e infraestructura.
Este fin de ciclo se dará, gane quien gane las elecciones. Se ha postergado el necesario rebalanceo de la economía, llamado con el eufemismo de "sintonía fina" por el gobierno, debido a que éste ha distribuido hacia el consumo gran parte de los stocks acumulados de bienes de capital y energía necesarios para crecer.
El Gobierno ha achicado las existencias de ganado en más de 10 millones de cabezas, las reservas de gas natural y petróleo a la mitad, la calidad de las rutas en forma significativa por poca renovación, las fábricas que no se concretaron, los trenes "bala" que no se hicieron y, en los últimos años, ha apelado a lo último que nos quedaba, las reservas de oro divisas del país, a las que ha reducido significativamente, aun cuando se las dibuje con préstamos de corto plazo, como los swaps con otros gobiernos. Además, el ahorro líquido del país se ha dirigido al exterior, en el que habría unos 375.000 millones de dólares, lo que suma casi otra Argentina entera en el exterior, producto del "populismo" que tanto les gusta a nuestros políticos.
El ahorro líquido del país se ha dirigido al exterior, en el que habría unos 375.000 millones de dólares, lo que suma casi otra Argentina entera en el exterior, producto del "populismo" que tanto les gusta a nuestros políticos.
El Banco Central ha tratado de defenderse, pero el problema es la política fiscal. El balance de la entidad rectora del sistema financiero está lleno de "pagarés" del Tesoro, que no podrán cobrarse nunca pues este último no tiene los recursos para honrarlos y, además, hacia fin de año se estima que el BCRA tendrá un stock de deudas con el mercado por medio de pases pasivos y Lebac (Letras del Banco Central) de alrededor de $ 400.000 millones, con los correspondientes intereses al 26% anual aproximadamente que presagian un importante "déficit cuasi-fiscal" para 2016 y bastante alto para este año 2015.
Es lindo inaugurar obras, aunque sean pequeñas, como la mayoría de las que se han inaugurado en los últimos años. Lo difícil es hacerlas sin emitir dinero espurio, sin inflación, sin cobrarles este impuesto tan injusto a los pobres.
Espero que se termine el ciclo del "populismo" en el que llevamos unos 85 años insistiendo, a pesar de los resultados que están a la vista. Quiero un país progresando sin sacudones de pobreza cada 10-12 años, con toda la población ocupada formalmente, con una economía que crezca anualmente, un país que no expulse el ahorro nacional hacia otros países y que aquí se concreten grandes proyectos financiados con ese ahorro. Un país del que me sienta orgulloso de pertenecer..

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dentro del mejor de los climas y respeto