26 de julio de 1527, fundación de
Coro, raíz de Venezuela
“Día de la
Falconianidad”
Hace 487 años, día de Santa Ana, Madre
de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, es fundada la ciudad de
Coro, por Juan de Ampíes acompañado del cacique Manaure, bien denominada por el
eximio historiador Ramón José Velásquez, “Raíz de Venezuela”, llamada por los
nativos “Curiana”; primigenia
actividad realizada sin violencia, bajo el concepto de la fraternidad y
hermandad. Esta memorable fecha nos congrega, cobijados por la falconianidad y
la feliz iniciativa de un grupo de coterráneos, preocupados por el presente y futuro del querido lar caquetío.
El estado Falcón destaca ante la historia como punta de lanza del glorioso
pasado nacional, en Tucacas sucede en 1499,la primera resistencia de sus
pobladores ante la presencia de Alonso de Ojeda, En Paraguaná, Ojeda quien
descubre Curazao, el Cabo de San Román y más tarde el lago de Maracaibo,
improvisa en nuestra península,el primer
asentamiento europeo en tierra firme. Ampíes era apreciado por los primeros pobladores, por cuanto en 1525,
intercedió ante las autoridades de Santo Domingo, para que devolvieran a
Paraguaná, a varios nativos que habían sido apresados, llevados encadenados y
algunos maltratados al mercado de esclavos de esa isla, conocida como “La Española”; entre ellos se encontraba
Judibana hija de Manaure, considerada como la primera heroína de Venezuela,
su nombre significa “viento en sitio alto”.
Los habitantes de la región falconiana eran los caquetíos, ayamanes, chipas,jirajaras
y Ajaguas; Manaure era el “Diao”, es decir cacique de caciques, de Manaure se
dice que: “Jamás palabra dio y cosa
prometida que no cumpliera”;son los caquetios caballeros de la lealtad,
hidalguía y valentía. La historia refiere el encuentro amistoso de Ampíes y
Manaure como el primer pacto diplomático en el nuevo continente; conquistadores
y caquetíos, participaron en la Santa Misa oficiada por el sacerdote Antonio
Merino, el 23 de noviembre de 1528, día
de San Clemente, bajo la frondosa sombra de un cují, hoy cruz de San
Clemente, es la “Primera Misa oficiada en el Continente” Surgen los primeros nombres
cristianos en el Nuevo Mundo; Coro es la Cuna del catolicismo Venezolano y ello se refleja en el escudo del estado. Manaure pasó a llamarse Martín
Martínez; Judibana se llamaría Juana. En Coro se realiza primer mestizaje de Venezuela, al
casarse Cuabana o Inés, hija de Manaure y Juan Antonio hijo de Juan de Amplíes.
Los Reyes de España, para cancelar deudas a los alemanes, le conceden en 1528,
a, Enrique Ehinger y Jerónimo Sailer, una “Capitulación”,
especie de contrato, que les facultaba el ejercicio del poder político, militar
y administrativo por un tiempo determinado, con posesión desde Cumaná al este,
hasta la Guajira por el oeste, pudiendo designar a su criterio, gobernadores y
alcaldes; a tal fin, designaron, Primer Gobernador de Venezuela a
Ambrosio Alfinger en 1528, quien ocupa el cargo en febrero de 1529, sus
primeras disposiciones fueron; demarcar la ciudad, designar el “Primer
Ayuntamiento”, ese cabildo designó a Sancho Briceño como Primer Alcalde. Juan de Ampies Martínez,
reconoce la nueva autoridad, pero Alfinger, previendo alguna reacción, lo
embarca a Santo Domingo, ordenándole no regresar; Manaure por su parte sale en 1531
con su gente sin rumbo conocido; convirtiéndose en el primer desterrado del
continente. El cabildo de Coro realizó en 1533, el primer reclamo territorial;
convirtiéndose Coro, en la “Cuna del movimiento autonómico municipal
venezolano”. El Papa Clemente VII, mediante la “Bula” del 21 de julio
de 1531, designa a Rodrigo Bastidas, hijo del conquistador del mismo nombre, Primer Obispo de Coro, sería la Primera
Diócesis de la América Meridional y octava en el mundo cristiano. Obispado
que pasaría a Caracas en 1636; en 1533 se construye lo que es hoy la Catedral
de Coro, Monumento Nacional. Coro, fue
punto de partida de expediciones, que no querían estar subordinados a los
alemanes; en tales desplazamientos, participaron soldados corianos, callados,
sufridos y leales, fundadores de otras ciudades como El Tocuyo en 1545, de donde saldrían grupos
colonizadores al centro y occidente de la jurisdicción, tales como: Barquisimeto en 1552, Trujillo en 1557 y Caracas en
1567, por mencionar algunas. Coro es la
Primera Capital de la Provincia de Venezuela hasta 1578; El Zambo José
Leonardo Chirino, de Curimagua, lideró en la hacienda Macanilla en Cabure, una
fallida insurrección en busca de la eliminación de la esclavitud. Aunque fue un
hecho de carácter local, el levantamiento obedeció a una situación específica,
propia de las condiciones sociales de la época, tuvo inspiración en las insurrecciones
de Santo Domingo y en la Revolución francesa. El movimiento no se propagó, pero
logró provocar una seria alteración del orden colonial en Venezuela En la Vela
de Coro flameó antes que en ningún otro lugar la gloriosa bandera de Francisco
“libertad” Miranda el 4 de agosto de 1806. El general realista Pablo Morillo en
1818, la denomina “Coro muy noble y leal”. El general Rafael Urdaneta libera a
Coro el 11 de mayo de 1821, a tal fin conto con el apoyo de la heroína paraguanera
Josefa Camejo, quien había tomado Pueblo Nuevo el 3 de mayo y controlado la
península. Tras la huella de la hazaña, hay nombres falconianos, que son
eternidad de la raza y que se alzan como túmulos que advierten de nuestras grandezas y apego a la región, imposible
recordarlos a todos. A partir de 1820 el Libertador interesado en lograr la
liberación y apoyo de los corianos, desde su cuartel general instalado en
Escuque emitió una proclama el 21 de octubre de ese año: “Corianos: El ejército Libertador
va a ocupar vuestro territorio. No le temáis, porque él no viene a destruir ni
a vengar, él viene a restablecer el reinado de la paz. Vuestros esfuerzos a
favor de la causa del rey, han sido aciagos para la patria, y aciagos para
vosotros... El fruto de la injusticia es amargo para todos. La República de
Colombia va a acogeros bajo la protección de sus leyes benéficas. La
Constitución española separa los hermanos con distinciones odiosas y tiránicas;
la nuestra une todos los hermanos y restablece la igualdad de la naturaleza…
abandonad esas banderas de maldición, que la justicia del cielo ha abandonado
al terror de vuestras armas, y contad que seréis tenidos entre los más
distinguidos ciudadanos de la República. Contad con el olvido de lo pasado, y
con el corazón fraternal de vuestros hermanos del ejército libertador. Es
justicia recordar a Blas Zavala un soldado ciego que tocaba tambor en la lucha
emancipadora. En 1830 se establece en Coro el “primer cementerio judío de América”,
siendo la primera ingresada la niña Yohebe, hija de Don Joseph Curiel; el
cementerio tiene la particularidad de algunas tumbas infantiles con figuras de
ángeles. Los héroes llegaron para quedarse, en las hospitalarias tierras
falconianas, Urdaneta consigue en el hato Turupía cerca de Puerto Cumarebo,
tierras para cultivar algodón y criar ovejos, allí le nacieron dos hijas; los
corianos agradecidos lo eligieron Senador. En Coro surge a las ocho de la noche
del 20 de febrero de 1859, el grito de Federación,
cuando es tomada la Casa del Parque de
Armas y Municiones; acción dirigida por el comandante Tirso Salaverría, que
buscaba la eliminación de las diferencias y privilegios enquistados desde la
colonia; facilito el regreso al país del futuro mariscal Falcón y el general
Ezequiel Zamora, ellos no obtuvieron el
éxito esperado, pero dejaron latente sus aspiraciones sociales. La Guerra
federal es también conocida como Guerra larga o de los Cinco Años; nos dejó la
herencia de ser iguales. Es una antorcha de la justicia social que tanto
pregonaba nuestro libertador. Evocamos a
la veleña María Anastasia Perón, enfermera conocida como la “capitana de la Federación", cuando
moribunda de un combate en El Palito en marzo de 1859 exclamaría: “Sé
que voy a morir, pero muero feliz porque se cumplieron mis ideales combatiendo
por la bandera de la libertad, y le pido por Dios Nuestro Señor, porque soy
cristiana, pido me entierren en la Vela de Coro, mi pueblo nativo, que es donde
quiero reposen mis huesos, y que con el tiempo queden calcinados por la humedad
salobre de la playa, aunada a la brisa de la sierra coriana, y que las cenizas
de mis huesos sirvan de abono para sembrar la libertad y la paz de mi Patria Venezuela, que es por lo que
he entregado mi vida... Viva la Federación”. Andrés Eloy Blanco, “el
poeta del pueblo”, al referirse al Grito de Federación, exteriorizó: “Coro redondeaba así su vocación venezolana
y su voluntad de sacrificio”. El egregio Mariscal Falcón,exalta al país,
con su famoso Decreto de las Garantías el 18 de agosto de 1863, al abolir oficialmente la pena de muerte,
convierte a Venezuela en el primer país del mundo en realizar este legado de
paz, el reconocido escritor francés Víctor Hugo, autor de “los Miserables” , “felicito a Venezuela por tener a
un personaje como Falcón”; igualmente el ilustre paisano, es
Presidente, cuando se promulga la Constitución en 1864, que declara que las antiguas Provincias
constituyen, en adelante, 20 Estados independientes, cuyo conjunto forman una
nación libre, denominada Estados
Unidos de Venezuela”, nombre que permaneció hasta 1953, con la designación
de República de Venezuela. La grandeza del Mariscal Falcón es un orgullo
nuestro de todos los tiempos. El estado falcón, es nuestra patria chica, que es
la patria del corazón; que este reencuentro de la Falconianidad, nos estimule,
a la esencial tarea de motivar a las
autoridades competentes, entidades privadas y a nuestros coterráneos, a
preservar los exponentes artísticos, culturales e históricos, para que sigan
siendo lección permanente de la característica nobleza e hidalguía regional.
Conservar y divulgar nuestra historia es cuestión de honor, Falcón está
relacionado con sus médanos ondulantes, la urupagua, el cardenalito coriano, el
cardón, el cují, la natilla, la arepa pelada, el chuchube, las cumaraguas y la
zona colonial, Patrimonio de la Humanidad, con canciones de esperanzas y
destellos de Federación. No volvamos la mirada al pasado sólo para extasiarnos
solamente de su grandeza y legado, tenemos la ineludible tarea de participar
conjuntamente en todas aquellas actividades que redunden en progreso y valores que insuflan al corazón y llenan el
alma al expresar orgullosos a los cuatro vientos… somos falconianos.
Eumenes Fuguet Borregales