viernes, 21 de junio de 2013

El poder de la información


EL UNIVERSAL

El poder de la información

PEDRO BERNARDO CELIS |  EL UNIVERSAL
viernes 21 de junio de 2013  12:00 AM
En pleno embargo petrolero, los holandeses, preocupados por el racionamiento energético, evaluaban sus patrones de consumo de electricidad. En las afueras de Ámsterdam, existía una urbanización de casas unifamiliares, construidas de forma casi idéntica. Se habían utilizado los mismos planos, materiales y equipos de calefacción. Sin embargo, algunas casas, comparativamente, ahorraban 30% de electricidad. Nadie podía explicar la marcada diferencia en el consumo. Las casas tenían familias de tamaños similares con tarifas eléctricas idénticas. Los holandeses, sorprendidos y extrañados, profundizaron la pesquisa. Descubrieron que por alguna razón, un grupo de casas fueron construidas con el medidor de electricidad en el sótano. Al otro grupo le habían instalado el medidor en el vestíbulo, a la entrada de las casas. Los medidores, similares a los nuestros, tenían un disco metálico horizontal que giraba más o menos rápido según el gasto, y permitía el registro del consumo acumulado en kilovatios-hora. La diferencia en el patrón de consumo de electricidad se derivaba de la posición del medidor en la casa. Las familias que utilizaban mucha electricidad eran las que tenían el medidor en el sótano, donde casi nunca lo veían. Las familias que consumían 30% menos, tenían el medidor de electricidad en el vestíbulo, donde lo veían constantemente. Este detalle, esta pequeña diferencia, que a todas luces pudiera parecer trivial, generó un cambio radical en el comportamiento de los individuos que vivían ahí. Estar expuesto a la información de consumo diariamente, en vez de recibirla en la factura una vez al mes, derivó en importantes ahorros para los individuos, y para la sociedad. Tal es el poder de la información.

En el marco del pensamiento sistémico, los esquemas de retroalimentación de la información determinan lo que hacemos como individuos o como sociedad. La gran mayoría de las interconexiones entre elementos de un sistema ocurren en forma de flujos de información, que generan acciones, o permiten la toma de decisiones concretas. La información mantiene a los sistemas unidos y juega un papel determinante en la forma como operan y como se comportan. Para que un sistema se comporte de forma adecuada, sus flujos de información deben ser honrados y respetados. La información debe ser distribuida de forma amplia y profusa. Información retrasada, demorada, parcializada, dispersa, o incompleta es la causa de una retroalimentación defectuosa y fallas en el sistema. Quienes toman decisiones no pueden responder a información que no tienen. No pueden ser precisos con base en información imprecisa. No pueden dar respuestas oportunas cuando la información está atrasada. La gran mayoría de las causas por las que un sistema falla es debido a información incompleta, imprecisa, parcializada, dispersa o simplemente retrasada.

En la madrugada del 26 de abril de 1986 se produjo la explosión del reactor número 4 de la central nuclear de Chernobyl. A 48 horas del accidente nuclear, los suecos detectaron niveles de radiación anormales. Se aseguraron que estos no provenían de sus propias plantas nucleares, y determinaron que la radiación provenía de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, en pleno corazón de la Unión Soviética. Pasaron 18 días para que los soviéticos revelaran información detallada del desastre atómico, que afectó a la población del mundo entero. En la tarde del 11 de marzo de 2011 se produjo un maremoto que causó la parada de la central nuclear de Fukushima, en la costa pacífica del Japón. Una hora después, el tsunami que se generó, arrasó con los mecanismos de seguridad del complejo causando una serie de eventos que resultaron en un accidente nuclear equivalente al ocurrido en Chernobyl 25 años antes. Ambos accidentes eran prevenibles. Ambos accidentes fueron producto de errores humanos. Aun con la inmediatez de las comunicaciones que dan 25 años de diferencia entre un evento y otro, en ambos casos, la información fue incompleta, imprecisa, parcializada y demorada. El mal manejo de la información, en ambos accidentes, magnificó el impacto negativo sobre la población circundante. Tal es el poder de la información.

La sociedad venezolana se encuentra sometida a fallas constantes en sus sistemas sociales debido a la pobreza en la calidad de información que manejamos. El ilegítimo gobierno madurista ofrece información incompleta, imprecisa, poco oportuna, y altamente parcializada hacia su ideología castro-comunista totalitaria. No tenemos información veraz y oportuna ni de la gripe AH1N1, ni de la producción petrolera, ni de los muertos por la inseguridad, ni del presupuesto universitario, ni de los votantes, ni de la capacidad de producción de electricidad, ni de las viviendas, ni de las obras de infraestructura, ni del metro, ni de la capacidad de refinación de la gasolina, ni de los trenes, ni de los préstamos... Solo sabemos que la mentira es fresca.

@ProfPBCelis - pbcelis@usb.ve

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dentro del mejor de los climas y respeto