Rumbo a octubre / El lanzamiento de la campaña kirchnerista
Con un discurso encendido, la presidentaCristina Kirchner se introdujo ayer de lleno en la campaña con miras a las elecciones legislativas, reclamó el voto de quienes apoyan su "modelo nacional y popular" y advirtió que los candidatos que no están con ella, están en contra de sus políticas. Sugirió incluso que estos últimos podrían perder beneficios sociales del Gobierno.
"Hay que saber de qué lado estás", señaló Cristina,a voz en cuello y al borde de la ronquera, media docena de veces. "En política no nos gustan los disfraces", agregó al presentar a los candidatos a senadores y diputados del Frente para la Victoria (FpV) de todas las provincias.
Buscó así desacreditar discursos intermedios de los adversarios electorales que rescatan aspectos del modelo y critican otros. El blanco de sus críticas pareció ser, aunque no lo nombró, Sergio Massa, primer candidato a diputado bonaerense del Frente Renovador, y rival principal del kirchnerismo. Massa es, a todas luces, la principal preocupación electoral de Cristina Kirchner en la estratégica elección de la provincia de Buenos Aires.
La Presidenta insinuó que si el Gobierno no gana las elecciones de octubre se podrían perder planes sociales, la Asignación Universal por Hijo, las subas semestrales de los haberes jubilatorios y los aumentos de salarios por paritarias.
La presentación de candidatos del FpV de todo el país fue en un acto ante 3000 militantes en el microestadio de Argentinos Juniors, en el barrio porteño de Paternal, con un show de luces, música y papelitos montado por el titular de la Unidad Bicentenario, Javier Grossman.
Durante los 39 minutos que duró su discurso, Cristina descalificó a quienes enarbolan un discurso a mitad de camino. Sin mencionarlo también pareció aludir a Massa, cuando dijo que "hay que tener coraje y no basta con una sonrisita". "Eligen -advirtió a sus votantes- si van a cuidar el bolsillo de los trabajadores o si van a decir que la inflación es culpa de los salarios o de lo que piden los trabajadores, y no de los empresarios que remarcan los precios en toda su cadena de valor. Por eso hay que hablar claro."
Pareció volver a agitar la posibilidad de una reforma de la Constitución para lograr su segunda reelección en 2015 cuando dijo: "Si hemos ganado una década, sabemos que podemos ganar una década más, para compensar 50 años de atraso y miseria". Pero después contrastó: "Ya les dije: en 2015 Cristina-jueza, por ahí abajo nomás". Así, aunque en broma, dio a entender que volverá al llano.
Además de sus candidatos, la Presidenta se mostró rodeada de su gabinete, los gobernadores -abrazó y besó sobre el final al bonaerense, Daniel Scioli, tras un largo conflicto-, los diputados, senadores, y de todos los intendentes bonaerenses aliados. La presentadora mencionó por su nombre, además, a todos los concejales invitados de municipios gobernados por el massismo.
Cristina fue la única oradora. No hizo hablar, en cambio, al que todos miraban: Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora y primer candidato a diputado bonaerense del FpV, el más necesitado de cámaras y de conocimiento público.
"¿De qué lado estás?", preguntó la jefa del Estado. También pareció aludir al intendente de Tigre.
Prometió "estar siempre del lado de los trabajadores" en las discusiones salariales. Y planteó que hay que "elegir todos los días si van a favorecer a los más vulnerables o a los más poderosos".
"Tenemos que garantizar que no van a poder tomar los fondos de los jubilados con las AFJP", advirtió.
"Atacan la Asignación Universal por Hijo porque ahora no pueden contratar más empleados por dos pesos", enfatizó. Insinuó así que esos beneficios estarían en riesgo en un triunfo opositor.
"La vida no es color de rosa", dijo. Una militante le gritó: "Rosa es la pantera". "Sí, la pantera es rosa, sí", asintió la Presidenta. "Es importante saber qué es lo que elegís y de qué lado elegís estar cuando se dan los debates por la puja de la distribución del ingreso", machacó.
"Somos un país que necesita políticas homogéneas", agregó.
También reiteró los cuestionamientos habituales contra la Corte por el fallo contra la reforma judicial, prometió "profundizar la democratización" del Poder Judicial, criticó a la prensa y a los reporteros gráficos que le "sacan fotos feas". Denunció que los editores de diarios les pedían esas fotos y comenzó a hacer muecas y ademanes ampulosos "a ver si le ahorramos el trabajo". Dijo que los mismos reporteros le confiaban eso.
Al terminar, confirmó: "Voy a ser abuela dentro de poquito".
AGRAVIOS QUE VAN Y QUE VIENEN
Cristina Kirchner instó ayer a sus candidatos a "no responder los agravios" y se lamentó de "los ataques despiadados", aunque dijo estar "acostumbrada" porque tiene "el cuero duro". Sin embargo, atacó duramente al Poder Judicial, a la prensa y a los fotógrafos. Y les adelantó a sus candidatos que "van a tener que bancarse el ataque despiadado". No perdió oportunidad para denunciar que "hay algunos que son tan mediocres y mezquinos que atacan a los que ni siquiera están para poder defenderse", en referencia al ex presidente Kirchner..
Del editor: qué significa.
El inicio de campaña mostró que el kirchnerismo apuntará contra Massa y que Cristina será la protagonista excluyente. Se diluye así el rol de Insaurralde.
El inicio de campaña mostró que el kirchnerismo apuntará contra Massa y que Cristina será la protagonista excluyente. Se diluye así el rol de Insaurralde.