jueves, 9 de mayo de 2013

OSCAR ARNAL


Hacia una nueva elección presidencial

OSCAR ARNAL | 
 EL UNIVERSAL
jueves 9 de mayo de 2013  12:00 AM
Vistos los últimos acontecimientos y de continuar los atropellos, las actuales aguas encrespadas saltarán cualquier muro de contención democrática y abrirán la Caja de Pandora. Toda actitud fascista apuntala esta dirección. La violencia genera más violencia y crea un espiral.

Las agresiones en el Parlamento, el ventajismo durante el proceso comicial, los inconsistentes resultados electorales y la ausencia de una verdadera auditoría, hacen necesaria la búsqueda de una salida que saque a Venezuela de esta hora aciaga.

Hoy existe una crisis del sistema mínimo de conciliación, que se traduce entre muchos aspectos, en la imposibilidad de designar nuevos miembros de los poderes públicos: a tal punto que vamos a cumplir dos años sin Contralor General, y hay tres rectores del CNE y siete magistrados del TSJ a los cuales ya se les venció el periodo. Solo con el concurso de una mayoría calificada en el Parlamento podrían nombrarse y no la tienen. Además el principio de autonomía, separación e independencia de los poderes públicos esta rotó por completo.

Venezuela se encuentra dividida en sendos toletes electorales. De cualquier manera, sin la coerción, la coacción y el uso de los recursos de todos los venezolanos por parte del gobierno, la oposición representa una mayoritaria clara.

En nuestra patria la soberanía reside en el pueblo. La Carta Marga de 1999 también estableció la figura de la Constituyente como un mecanismo para resolver crisis políticas sin la necesidad de apelar a la fuerza. La Constituyente es un poder insubordinado, ilimitado y todopoderoso. La propia Constitución señala en su artículo 349 que "los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente". Con lo cual se puede convocar a una nueva elección presidencial y aprovechar para establecer modificaciones a la Constitución como por ejemplo: la no reelección inmediata, ni absoluta del Presidente; la elección popular del Vicepresidente junto al Presidente; el acortamiento del período presidencial; la doble vuelta para alcaldes, gobernadores y la elección presidencial, etc. Toda una oportunidad que se abre y se puede activar tan solo con la firma del quince por ciento de los electores inscritos. Una salida pacífica, legítima y legal. Que puede producir el cambio definitivo, sin la necesidad de esperar la respuesta de unos recursos jurídicos de impugnación ante el TSJ que nunca procederán. Somos mayoría, que los votantes decidan...   

@OscarArnal

oscar.arnaln@gmail.com

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