EL UNIVERSAL
La hojilla, el mono y el peligro
DÁMASO JIMÉNEZ
| EL UNIVERSAL
martes 28 de mayo de 2013 12:00 AM
No creo que en ningún país del
mundo pueda quedar impune una confesión de graves delitos de lesa
traición a la patria, asalto a los bienes de la nación y de intervención
de nuestra soberanía con secuestro consumado de nuestras fuerzas
armadas por parte de militares cubanos, sin que las personas que
representan las instituciones del Estado hagan un pronunciamiento
inmediato.
Como cosa extraña no pasó nada así en Venezuela con el escándalo del audio del conductor de La Hojilla, lo que sugiere que ante un descalabro de este tipo los encargados de velar por los intereses de la patria o están involucrados o secuestrados por los mismos ejecutores de esos delitos, que obviamente detentan todo el poder en Venezuela.
Así de grave son las acusaciones del máximo verdugo comunicacional del oficialismo y por lo que vemos también del castrocomunismo, exponiendo a parte del status quo dominante de la revolución, y demostrando no solo ser más peligroso que un mono con una hojilla, recayendo la responsabilidad en quienes le dieron la hojilla, sino que demuestra una vez más que todo poder mal utilizado es un arma de doble filo.
Un periodista sin ética es un sicario de la información y aunque Mario Silva no estudió en ninguna de las escuelas del país, se enorgullecía de ser el hombre que hacía "el trabajo sucio que los estudiosos del periodismo no se atreven a hacer", desvirtuando en su ignorancia la labor de comunicar como si se tratara del trabajo de "sacar la basura" de alguna organización delictiva.
Silva no sólo ejecutó la antítesis del comunicador con un lenguaje mal hablado y una presencia patotera y soez, sino que lo aderezó con su sueño frustrado de ser al mismo tiempo un político patán, gangsteril, guapo y apoyado, y un agente de inteligencia de un país invasor que actúa de forma torpe y sobreexpuesta, contrario a todo verdadero agente que se precie de serlo.
Tanto gazapo junto tenía que pasarle factura tarde o temprano a un personaje sin mayor credibilidad y reputación que la de una comiquita de antivalores, convertido en vocero de la revolución más radical y recalcitrante por un Chávez protector que le brindó las mejores oportunidades que a cualquier otro entrevistador del canal oficialista, al hacer anuncios de trascendencia nacional en directo desde su programa, lo que bastó para que el personaje capitalizara un ascenso descomunal en esa idea errónea que los venezolanos tenemos del poder, con full escoltas, mucho efectivo y armamento a disposición conjugado con caros placeres al mismo tiempo, una idea más parecida a la operatividad de un pran de nuestras cárceles que a la de un estadista encargado de los asuntos serios de una nación.
La grabación deja en entredicho varios delitos cometidos por distintos herederos de Chávez en puestos clave del recién instalado gobierno chavista, debilitado por las dudas del pasado proceso electoral que se negó a una auditoría con los cuadernos de votación a mano y el despilfarro del capital electoral dejado por el líder del proceso en 14 años de uso y abuso del poder.
El conflicto interno pretendió ser minimizado por el propio gobierno de Maduro y el Parlamento de Diosdado con el propósito de no "descorazonar" a las ilusas bases del chavismo con el cuento y la melodía de una manipulación del Mossad israelí contra la revolución, que por cierto ha dejado de ser épica y narrada con el tono de una canción de protesta, para devenir en un malestar intestino no sólo entre sus seguidores que comienzan a dudar, sino de las paredes militares y jurídicas de un aparato a punto de implosionar.
La primera en recular en apariencia y dar una señal equivocada a la presión de los acontecimientos es la propia fiscal Luisa Ortega Díaz, quien informa desde su cuenta Twitter la designación de Gineira Rodríguez, abogada del mismo Silva en varias oportunidades, para encabezar las averiguaciones por el audio divulgado por la oposición pero que fue grabado por la inteligencia del castrocomunismo que intenta sacar del escenario de poder a Cabello, en lo que reporta una guerra de intereses adversos desde el propio chavismo sin Chávez en el que la oposición como mensajero del audio, sólo ha servido para ser utilizada de nuevo para encender el fuego de esta cosa sin nombre y sin forma que no se sabe en qué terminará.
Esta nuevo escándalo sólo demuestra una vez más que el país en pleno, chavistas seguidores del presidente Chávez y quienes divergen de esas mismas ideas mal llamados escuálidos, nos caemos a mentiras desde diferentes tribunas siempre, como si el país se tratara de nosotros cuando en realidad somos unos tristes tigres y mirones de palo, comentaristas de ocasión de esta pelea a hojilla entre un par de mafias en feroz lucha por el control y la riqueza de un país.
Como cosa extraña no pasó nada así en Venezuela con el escándalo del audio del conductor de La Hojilla, lo que sugiere que ante un descalabro de este tipo los encargados de velar por los intereses de la patria o están involucrados o secuestrados por los mismos ejecutores de esos delitos, que obviamente detentan todo el poder en Venezuela.
Así de grave son las acusaciones del máximo verdugo comunicacional del oficialismo y por lo que vemos también del castrocomunismo, exponiendo a parte del status quo dominante de la revolución, y demostrando no solo ser más peligroso que un mono con una hojilla, recayendo la responsabilidad en quienes le dieron la hojilla, sino que demuestra una vez más que todo poder mal utilizado es un arma de doble filo.
Un periodista sin ética es un sicario de la información y aunque Mario Silva no estudió en ninguna de las escuelas del país, se enorgullecía de ser el hombre que hacía "el trabajo sucio que los estudiosos del periodismo no se atreven a hacer", desvirtuando en su ignorancia la labor de comunicar como si se tratara del trabajo de "sacar la basura" de alguna organización delictiva.
Silva no sólo ejecutó la antítesis del comunicador con un lenguaje mal hablado y una presencia patotera y soez, sino que lo aderezó con su sueño frustrado de ser al mismo tiempo un político patán, gangsteril, guapo y apoyado, y un agente de inteligencia de un país invasor que actúa de forma torpe y sobreexpuesta, contrario a todo verdadero agente que se precie de serlo.
Tanto gazapo junto tenía que pasarle factura tarde o temprano a un personaje sin mayor credibilidad y reputación que la de una comiquita de antivalores, convertido en vocero de la revolución más radical y recalcitrante por un Chávez protector que le brindó las mejores oportunidades que a cualquier otro entrevistador del canal oficialista, al hacer anuncios de trascendencia nacional en directo desde su programa, lo que bastó para que el personaje capitalizara un ascenso descomunal en esa idea errónea que los venezolanos tenemos del poder, con full escoltas, mucho efectivo y armamento a disposición conjugado con caros placeres al mismo tiempo, una idea más parecida a la operatividad de un pran de nuestras cárceles que a la de un estadista encargado de los asuntos serios de una nación.
La grabación deja en entredicho varios delitos cometidos por distintos herederos de Chávez en puestos clave del recién instalado gobierno chavista, debilitado por las dudas del pasado proceso electoral que se negó a una auditoría con los cuadernos de votación a mano y el despilfarro del capital electoral dejado por el líder del proceso en 14 años de uso y abuso del poder.
El conflicto interno pretendió ser minimizado por el propio gobierno de Maduro y el Parlamento de Diosdado con el propósito de no "descorazonar" a las ilusas bases del chavismo con el cuento y la melodía de una manipulación del Mossad israelí contra la revolución, que por cierto ha dejado de ser épica y narrada con el tono de una canción de protesta, para devenir en un malestar intestino no sólo entre sus seguidores que comienzan a dudar, sino de las paredes militares y jurídicas de un aparato a punto de implosionar.
La primera en recular en apariencia y dar una señal equivocada a la presión de los acontecimientos es la propia fiscal Luisa Ortega Díaz, quien informa desde su cuenta Twitter la designación de Gineira Rodríguez, abogada del mismo Silva en varias oportunidades, para encabezar las averiguaciones por el audio divulgado por la oposición pero que fue grabado por la inteligencia del castrocomunismo que intenta sacar del escenario de poder a Cabello, en lo que reporta una guerra de intereses adversos desde el propio chavismo sin Chávez en el que la oposición como mensajero del audio, sólo ha servido para ser utilizada de nuevo para encender el fuego de esta cosa sin nombre y sin forma que no se sabe en qué terminará.
Esta nuevo escándalo sólo demuestra una vez más que el país en pleno, chavistas seguidores del presidente Chávez y quienes divergen de esas mismas ideas mal llamados escuálidos, nos caemos a mentiras desde diferentes tribunas siempre, como si el país se tratara de nosotros cuando en realidad somos unos tristes tigres y mirones de palo, comentaristas de ocasión de esta pelea a hojilla entre un par de mafias en feroz lucha por el control y la riqueza de un país.
¡Qué bochorno, qué pena, qué angustia, qué desesperación!
www.biendateao.com
@damasojimenez
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