EL UNIVERSAL
HUMANAMENTE
Esta adicción produce múltiples daños, sobre todo a órganos como el pulmón y el corazón
DR. PEDRO DELGADO
| EL UNIVERSAL
miércoles 29 de mayo de 2013 12:00 AM
Esclavo del cigarrillo
Casi todos los fumadores son adictos. La nicotina es una de las sustancias más adictivas que existen, la responsable de la dependencia al cigarrillo y es el principal ingrediente que contienen (no el único). Es una droga que actúa directamente sobre el cerebro, alterando los mecanismos naturales de recompensa. Cuando el cerebro es inundado de nicotina al fumar repetidamente, se le somete a una estimulación artificial excesiva que termina por desajustarlo, forzándolo a depender de esa estimulación para funcionar. Eso es lo que se denomina adicción. Si alguna vez ha tratado de dejar de fumar, ya sabe lo difícil que es. La nicotina puede ser tan adictiva como la heroína o la cocaína. Cada vez que un fumador intenta dejar el cigarrillo sin ayuda sufre mucho, y se hace consciente del error que cometió al comenzar a fumar. Esa decisión marca su vida definitivamente.
La nicotina es uno de los 4.000 componentes químicos que contiene el cigarrillo, muchos de ellos con acción destructiva sobre el organismo. Inhalada llega rápidamente al cerebro (10 segundos) y activa los mecanismos del circuito del placer, que consiste en zonas cerebrales que controlan la sensación de tranquilidad y placer. Al hacerlo, se libera una sustancia denominada dopamina que es la responsable de las sensaciones de placer en todas las adicciones, y también de la adicción al cigarrillo, convirtiendo al fumador en su esclavo. 93 de cada cien personas que intentan dejar de fumar por su cuenta recaen antes del año. Al fumar, los efectos de la nicotina desaparecen rápidamente, por lo que el cerebro pide más, y la persona necesita volver a fumar para reponerlos. Así se establece el círculo vicioso de la adicción.
La adicción al cigarrillo produce múltiples daños, sobre todo a órganos como el pulmón y el corazón. Produce más muertes que ninguna otra enfermedad que se conozca en medicina, y más que todas las demás adicciones combinadas. El consumo repetido de nicotina progresa rápidamente a la tolerancia; es decir, que se necesita cada vez mayor cantidad de cigarrillos para producir el mismo efecto. Al poco tiempo se establece la adicción, pues el cerebro se acostumbra a la presencia de nicotina y la necesita desesperadamente. Una vez que esto ocurre comienza la esclavitud. Cuando el adicto intenta dejar de fumar se produce el llamado Síndrome de Abstinencia. Desesperación por consumir, irritabilidad, ansiedad, intranquilidad, problemas de sueño, y apetito aumentado son sus principales manifestaciones. Estos síntomas pueden durar hasta cuatro semanas y luego desaparecen. Estudios demuestran que son cinco los pasos que ayudan a dejar de fumar: 1. Estar convencido de querer dejar el cigarrillo (el más importante) 2. Buscar apoyo y ayuda profesional 3. Aprender conductas nuevas, que lo alejen del fumar 4. Utilizar elementos de apoyo como parches, chicles y medicamentos, siempre bajo supervisión profesional 5. Estar preparado para las recaídas y las situaciones difíciles.
Casi todos los fumadores son adictos. La nicotina es una de las sustancias más adictivas que existen, la responsable de la dependencia al cigarrillo y es el principal ingrediente que contienen (no el único). Es una droga que actúa directamente sobre el cerebro, alterando los mecanismos naturales de recompensa. Cuando el cerebro es inundado de nicotina al fumar repetidamente, se le somete a una estimulación artificial excesiva que termina por desajustarlo, forzándolo a depender de esa estimulación para funcionar. Eso es lo que se denomina adicción. Si alguna vez ha tratado de dejar de fumar, ya sabe lo difícil que es. La nicotina puede ser tan adictiva como la heroína o la cocaína. Cada vez que un fumador intenta dejar el cigarrillo sin ayuda sufre mucho, y se hace consciente del error que cometió al comenzar a fumar. Esa decisión marca su vida definitivamente.
La nicotina es uno de los 4.000 componentes químicos que contiene el cigarrillo, muchos de ellos con acción destructiva sobre el organismo. Inhalada llega rápidamente al cerebro (10 segundos) y activa los mecanismos del circuito del placer, que consiste en zonas cerebrales que controlan la sensación de tranquilidad y placer. Al hacerlo, se libera una sustancia denominada dopamina que es la responsable de las sensaciones de placer en todas las adicciones, y también de la adicción al cigarrillo, convirtiendo al fumador en su esclavo. 93 de cada cien personas que intentan dejar de fumar por su cuenta recaen antes del año. Al fumar, los efectos de la nicotina desaparecen rápidamente, por lo que el cerebro pide más, y la persona necesita volver a fumar para reponerlos. Así se establece el círculo vicioso de la adicción.
La adicción al cigarrillo produce múltiples daños, sobre todo a órganos como el pulmón y el corazón. Produce más muertes que ninguna otra enfermedad que se conozca en medicina, y más que todas las demás adicciones combinadas. El consumo repetido de nicotina progresa rápidamente a la tolerancia; es decir, que se necesita cada vez mayor cantidad de cigarrillos para producir el mismo efecto. Al poco tiempo se establece la adicción, pues el cerebro se acostumbra a la presencia de nicotina y la necesita desesperadamente. Una vez que esto ocurre comienza la esclavitud. Cuando el adicto intenta dejar de fumar se produce el llamado Síndrome de Abstinencia. Desesperación por consumir, irritabilidad, ansiedad, intranquilidad, problemas de sueño, y apetito aumentado son sus principales manifestaciones. Estos síntomas pueden durar hasta cuatro semanas y luego desaparecen. Estudios demuestran que son cinco los pasos que ayudan a dejar de fumar: 1. Estar convencido de querer dejar el cigarrillo (el más importante) 2. Buscar apoyo y ayuda profesional 3. Aprender conductas nuevas, que lo alejen del fumar 4. Utilizar elementos de apoyo como parches, chicles y medicamentos, siempre bajo supervisión profesional 5. Estar preparado para las recaídas y las situaciones difíciles.
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