El caso Zillia Flowers
CÉSAR TINOCO |
EL UNIVERSAL
lunes 6 de mayo de 2013 12:00 AM
Nicky Mature embriagado emocionalmente por una certeza coordinada con el colegio electoral desde finales de diciembre y desde un pequeño país caribeño, le hizo una promesa en acto público a Zillia Flowers.
La promesa, bajo la forma de un peculiar contrato contigente, consistió en una oferta de matrimonio sujeta a la victoria de Nicky en la competencia electoral. Palabras más, palabras menos Nicky le dijo a Zillia: "Si gano la competencia del 14/Abril me caso contigo".
En el mundo de activos financieros y también reales, la oferta-promesa de Nicky puede ser modelada y analizada desde la perspectiva de dos tipos de contratos cuyo valor está atado a una referencia distinta al propio contrato, y en función de la cual el mismo gana o pierde valor: contrato a plazo en el que Nicky le otorga a Zillia el derecho y la obligación de exigirle matrimonio el 15/abril probada su victoria y contrato tipo alternativa (opción) en donde Nicky le otorga a Zillia el derecho -mas no la obligación- de exigirle matrimonio el 15/abril probada su victoria.
La referencia en función de la cual la oferta de matrimonio -a la fecha ya no contigente- gana o pierde valor, es el ejercicio continuo del poder por los próximos 6 años y por supuesto, todo lo que ello comporta y conlleva para Zillia. Sin embargo, la serie continua de hechos públicos y notorios acaecidos desde el 15/abril hasta el presente, han ocasionado más bien una pérdida importante en el valor del contrato en manos de Zillia: con cada hecho sucedido desde entonces, la posibilidad del ejercicio continuo del poder se ha desvanecido al punto de que a la fecha (jueves 2/mayo) la oferta de Nicky en términos de un contrato, carece prácticamente de valor.
El punto es importante porque el resultado final dependerá de la interpretación que Zillia le dé a la forma del contrato: si lo interpreta como de derecho con-obligación, tiene que exigir ya su cumplimiento so pena de quedarse sin el chivo y sin el mecate (sin Nicky y sin el poder, aunque no necesariamente en ese orden comparativo). Si lo interpreta como de derecho sin-obligación tendrá una cierta flexibilidad para "desligarse" parcialmente tanto de Nicky como de los hechos bochornosos que lo están precipitando al vacío.
¿Qué haría usted amiga lectora si estuviera en la situación y en los zapatos de Zillia?
c.e.tinoco.g@gmail.com
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