No es
necesario ser católico, o creyente, creo yo, para que la alegría bañe a los
niños de Venezuela y el mundo el Día de Reyes. Herodes no ha muerto.
Flavio Josefo escribió el
siguiente relato acerca de la muerte de Herodes Agripa, que encaja con el
relato que encontramos en la Biblia: “Cuando Agripa llevaba tres años enteros
gobernando en Judea, llegó a la ciudad de Cesárea, que en el pasado se llamaba
la Torre de Estrato. Allí preparó una exposición en honor de Cesar,
inaugurándolo como un festival para el Emperador. Y vinieron un gran número de
oficiales de alto rango y condición. Al día siguiente, a la salida del sol, se
puso una túnica toda ella de plata y caminó hacia el teatro. Entonces la plata
brilló con todo su esplendor causando una especie de temor y de temblor en
aquellos que estaban viendo el espectáculo. De inmediato la multitud llamó
desde varios lugares, con palabras que en verdad no eran para su bien,
tratándole como a Dios, y gritando: “En el pasado te hemos honrado como hombre,
pero ahora te honramos con una naturaleza superior a la de cualquier mortal.” Y
así fue como nacieron los políticos que enjugan en sus placeres utilizar al
vulgo como el espectáculo donde brindan pan y ofrecen circos, circos estos que
están impregnados de sustancias somníferas que dos vueltas del carrusel ya el
pueblo atontado pide pan, que por el alto deseo de devorarlo puede que este
envenenado y los que más rápido sucumbieron ante la gula fueron los niños del
entonces, que morían embobados por la maldad de la clase política dominante
`por eso a estas alturas con seguridad afirmo HERODES NO HA MUERTO… Es acaso
sentir placer engañando a un niño –no señor- eso es una vulgar manifestación de
sadismo, propio del descaro de una fallida catequesis comunistoide, tratando y
pretendiendo emular a quienes vieron en los niños peligros a futuro, son solo
eso niños con hambre de juguetes de felicidad de la reunión entre propios de la
edad, a eso llegamos en nuestra amada Venezuela donde el desprecio a la prole
significa discriminación que los hijos del alto funcionario tienen total y
absoluto acceso a los juguetes caros mientras el muchachito del barrio enjuga
entre lágrimas y mocos su carita frente a la vitrina exhibidora ciertamente
HERODES NO HA MUERTO, ahora mismo recordaba parado con mis padres que nos
llevaban a ver el espectáculo de los Reyes Magos bajando por el cerro Belén y
llegaban hasta la plaza de “Agua Salud” en la Avda. Sucre frente a la parte sur
de la parroquia la Pastora cerquita de Monte Piedad donde al compás de
villancicos y aguinaldos veíamos a Melchor, Gaspar y Baltazar llegar sobre sus
caballos y eran tonterías pero llevaban la alegría y la felicidad anhelada por
un niño, en aquellos entonces pensábamos que los malos habían desaparecido más
sin embargo hoy nos atrevemos a decir que HERODES NO HA MUERTO, no sabíamos de
esas resurrecciones, por eso hoy con la mano en el corazón pedimos al Dios
creador que mire a la Venezuela de hoy pobre y adolorida en su parte más
sublime, la infancia de nuestro rico, pobre país… Con su taparita llena de
aguardiente así vendrán los reyes y vienen del Oriente… Los niños de Venezuela,
nacidos bajo la sombra de dos gobiernos ajenos a la espiritualidad y al gozo
puro de la edad de la inocencia, se asombran cuando escuchan, atentos, los
relatos de lo que, otrora, significó para nosotros el día de Reyes.
Que
regrese la tradición Raul A Poveda S