viernes, 31 de enero de 2014

Dr. Julio de Armas Mirabal, notable médico guayabalero.


Dr. Julio de Armas Mirabal, notable médico guayabalero.

 Eumenes Fuguet Borregales (*)
 Al sur del estado Guárico en la población de San Jerónimo de Guayabal, nace  el 25 de octubre de 1908, Julio de Armas, descendiente de lanceros emancipadores; hijo de Don Julio de Armas Matute, galeno y farmacéutico, que ejerció en los llanos, Maracay y Caracas y Doña Juanita Mirabal;  apegado desde pequeño a la vida llanera  aprendió y practicó con habilidad:  becerrero, pajarero de conucos, aguador, recogedor de ganado, leñador, quesero, baquiano de caminos, jinete, coleador de toros, gallero y criador de gallos de pelea, sembrador de maíz y de pastos, abridor de picas, castrador de colmenas, cuidador de la fauna y de la flora,  tasajeador de carne, volador de papagayo, domador de potros, diestro con la soga,  a la hora de bailar un joropo estaba entre los mejores e inclusive se desempeñó como administrador de hatos. Cursó la educación primaria en el Colegio Nacional para Varones de Zaraza.  Luego de presentar su tesis: “las leches de consumo y su problema en la higiene infantil”, egresa de la Universidad Central de Venezuela como médico con honores Summa Cum Laude el 20 de julio de 1932; cursa estudios de post-grado en Medicina Interna en Nueva York y Buenos Aires. Su primer cargo lo ejerció en la base naval de Turiamo en 1933 con el grado de capitán asimilado, al poco tiempo  en forma paralela ejerce la docencia y el ejercicio profesional en Maracay y Caracas. Junto a otros médicos le correspondió  practicar la autopsia al cadáver de Juan Vicente Gómez el 18 de diciembre de 1935. Nuestro biografiado realizó diferentes funciones públicas entre ellos: vicepresidente de la Asamblea Legislativa del estado Aragua en 1936 y 1937, se presentó como candidato a gobernador de Guárico en 1939, Director del hospital Vargas entre 1940 y 1942, miembro del Directorio del Banco Central de Venezuela en 1943, vicepresidente y presidente de la Junta Directiva del Hipódromo Nacional en 1944, Diputado principal por el estado Guárico al Congreso Nacional durante el período 1940-1944, Director de Sanidad en el estado Miranda, Rector de la Máxima Casa de Estudios desde 1948 hasta 1951. Le correspondió graduar a la primera promoción de periodistas, entre ellos a Miguel Otero Silva, María Teresa Castillo de Otero, Casado, Vellorí, Lourdes Morales y J. M Siso Martínez. Julio de Armas fue un gran defensor de la naturaleza por su afanosa labor es distinguido en julio de 1954 con el premio Henry Pittier. Ministro de Educación en 1958, en esa función realizó mejoras salariales y estableció un escalafón profesional. Designado  embajador de Venezuela en Argentina  desde julio de 1959 hasta julio de 1962. Designado Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina, Sillón XXXV el 28 de julio de 1949, Vicepresidente de la institución entre 1982 y 1984, elegido Presidente entre 1984 y 1986. Funda el Colegio de Médicos del Distrito Federal, la Sociedad de Medicina Interna, la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina, la Federación Médica Venezolana, la Comisión de la Fiebre Aftosa, el Teatro Universitario y la Estudiantina de la mencionada Universidad. Una promoción de estudiantes de medicina escogió su nombre en 1954. En reconocimiento a sus múltiples actividades intelectuales y labor médico-docente, recibió numerosas condecoraciones y distinciones académicas entre ellas: la Orden del Libertador, la Orden José María Vargas, Orden de la Legión de Honor de la República Francesa y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Santa María. Ha publicado numerosos libros de carácter científico, ensayos históricos, sociales y humanísticos, también en revistas y boletines;  mencionaremos: El problema de la salud rural en el estado Guárico” en 1944, con el cual logra el Primer Premio “Dr. Alejandro Próspero ReverendHombres y Palabras  en 1957.  Escribió versos  sobre la flora y fauna de los llanos que  tanto lo inspiraban. Sobre aspectos humanísticos edita: Camino RealHombres y Palabras entre otros. Su nombre es epónimo del primer liceo de Guayabal fundado hace 37 años y de otras instituciones educacionales en el país. Casado con Doña  Olga Pérez con quien engendró  seis hijos. Fallece este insigne médico en Caracas el 28 de julio de 1990. El Dr. Julio de Armas nos legó una maravillosa hoja de servicios de su brillante e infatigable carrera,  su sensibilidad humana, preocupación por la salud y bienestar de sus coterráneos, caracterizado por su sencillez en su forma de actuar, ya que su don de gente le impedía actuar de otra manera.
(*) Gral de Bgda.                                                                                            churuguarero77@gmail.com
                                                                                                                                            @eumenesfuguet


Historia y Tradición




ASDRÚBAL AGUIAR


MADURO SOMETE A CABELLO, ARIAS CARDENAS Y A RODRÍGUEZ CHACIN

Por: ASDRÚBAL AGUIAR

Al boleo, quizás sorprendido por la inesperada intervención de Ramón Rodríguez Chacín en un acto retransmitido por radio y TV, donde el ocupante de Miraflores recibe el saludo de navidad que le presentan los distintos Comandantes de las Regiones Militares de Defensa Integral (REDI), éste anuncia la reincorporación a la Fuerza Armada del citado oficial retirado, quien es gobernador del estado Guárico. A la vez lo asciende a contralmirante y lo mismo hace con el gobernador del estado Zulia, el ahora coronel Francisco Arias Cárdenas, y con Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, quien vuelve a su condición de oficial subalterno ascendido al rango de capitán. De modo que, a menos que se trate de una pesadez en vísperas del Día de los Inocentes, la decisión presidencial de marras, que corre de inmediato por las redes y llega a las redacciones de los periódicos, resulta tan ilegítima e inconstitucional como quien la dicta, Nicolás Maduro. Así, no más, mostrándole al país que nuestros verdaderos gobernantes son quienes ocupan los comandos de las distintas REDI, bajo las cuales se despliegan de modo celular hasta cubrir la totalidad de nuestra geografía las llamadas Zonas de Defensa Integral (ZODI), con jurisdicción dentro de cada estado de la República, y así mismo, como partes de éstas las ARI o Áreas de Defensa Integral, sucesivamente Maduro castra o acaso destituye, en la práctica, a las autoridades civiles mencionadas. Lo primero, la activación a nivel nacional de las ZODI, que podría resultar irrelevante si se trata de la mera puesta en funcionamiento de una novedosa forma de organización interna de la milicia, no lo es en la medida en que cada ZODI es la prolongación -hacia abajo- de unas Regiones Militares cuya competencia se extiende desde la planificación hasta la conducción y ejecución de operaciones de defensa integral entendidas como cualquier actividad orientada a "garantizar la independencia, la soberanía, la seguridad, la integridad del espacio geográfico y el desarrollo nacional". En pocas palabras, éstas se sobreponen a los gobiernos de dos o más estados y a la par las zonas integrantes de cada región se solapan con los Poderes Ejecutivos de cada estado, provocando sus vaciamientos. Cede en Venezuela, por ende, el poder civil y toma sus espacios el poder militar. Y Maduro, lo hemos visto antes, es su mascarón de proa, así vista de paisano. Lo segundo, a saber, la vuelta a la actividad militar de las autoridades regionales y parlamentaria mencionadas, más que representar un crimen contra el orden constitucional es una estupidez; a menos que, por mampuesto, Maduro, así como se burla de nosotros, los venezolanos, destituye sin fórmula de juicio a Rodríguez, Arias y Cabello. El artículo 330 constitucional es preciso al disponer que "los o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad -la que re-adquieren los ex golpistas ahora representantes de la soberanía popular- tienen derecho al sufragio... “sin que les esté permitido "optar a -y de suyo ejercer- cargo de elección popular". Se trata, en fin, de dos pasos que da el ilegítimo gobernante y revelan su debilidad. Al ampliar, como lo hace, la ocupación militar de todo territorio y no solo de las áreas propiamente castrenses, desplaza el mando real de la República a manos del Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada. Éste es, por ley, competente para ejercer la dirección y el control de las REDI. Y al devolver a la actividad militar -para ascenderlos- tanto a Arias como a Rodríguez, gobernadores electos por el pueblo, como a Cabello, diputado y cabeza de un Parlamento civil que representa a la soberanía popular, los subordina y les enajena el mandato y la representación constitucional que les han confiado los venezolanos mediante el voto. La confesión del Maduro en el acto donde cristalizan sus últimos desaguisados y torpezas, no puede ser más reveladora y el anuncio del negro porvenir que nos espera a los venezolanos a partir de 2014: "Venezuela primero fue Ejército y luego República", ha dicho. En consecuencia, según él, los ciudadanos de hoy todo lo debemos a las armas y de ellas dependerán los espacios de libertad que se nos otorguen en lo adelante, como privilegios, por parte de los gendarmes quienes las detentan. Ocurre una vuelta forzada a los tiempos del poder arbitrario de los hermanos Monagas, militares orientales como Cabello, quienes caminan en línea contraria a la que fija nuestro primer presidente a partir de 1830, el general José Antonio Páez, empeñado en "someter a sus propios conmilitones y acostumbrarlos a un orden civil", según nos lo recuerda Mariano Picón Salas.  correoaustral@gmail.com.

Carlos González Batista, eminente historiador

 Historia y Tradición
Carlos González Batista, eminente historiador
                                                                                      Eumenes Fuguet Borregales (*)
Jesús, Nuestro Señor, dijo: “nadie es profeta en su tierra”, palabras que podemos  aplicar al  eminente doctor en Historia Carlos González Batista, quien entregó su alma al Supremo Creador en Coro, Raíz de Venezuela,  el 21 de enero del presente año. Infausta noticia para la comunidad nacional y especialmente la falconiana, por haber sido uno de los grandes pilares que de manera afanosa, compleja y diligente, propició y logró la designación por parte de la UNESCO (organización de las Naciones Unidas para la ciencia, educación y cultura, fundada en 1945, con sede en París), reunida en Cartagena de Indias el 9 de diciembre de 1993, de Coro primera capital de Venezuela y el Puerto Real de La Vela de  Patrimonio Cultural de la Humanidad. Carlos González B. nació el 24 de julio de 1952 en la isla de San Miguel de la Palma en las Canarias, hijo de Don Argeo González y Doña María Rosa Batista de igual origen. Se dirigen  a Venezuela con el niño de corta edad, radicándose en  Punto Fijo - península de Paraguaná, lugar donde realiza los estudios elementales. La inteligencia y deseos de superación motivan su traslado hacia la ciudad de Mérida; egresa Licenciado en Historia con excelentes calificaciones, en la Ilustre Universidad de los Andes en 1976, lo que permite a las autoridades universitarias designarlo por varios años docente de  la Magna Casa de Estudios emeritense en la especialidad Historia del Arte de la Escuela de Letras. El destino lo tenía señalado para aplicar su vocación de servicio, conocimientos e iniciativas  en la hospitalaria  e histórica  tierra caquetía que  visitaba  en diferentes oportunidades, por estar  siempre atraído por las viejas casonas y construcciones que guardan historias no olvidadas. Carlos González, motivado por el Dr. Tulio Arends, Rector de la Universidad Experimental Francisco de Miranda, se muda de Mérida para trabajar como docente en la U.E.F.M. Desde joven se interesó por la arquitectura colonial, los antiguos pobladores, su  cultura y por el desarrollo social de la importante región coriana. Inició su vasta producción literaria con magníficas obras, en las cuales plasmaba con su fina pluma aspectos inherentes a: la geografía, la fundación de la ciudad,  época colonial, proceso emancipador  y  lo relacionado con la Guerra Federal  y los principales actores de cada etapa,  cultura, sus habitantes, economía, desarrollo agrícola y económico, construcciones de barro e informaciones de actualidad, tales como el caso de las refinerías petroleras instaladas en la península, valiosos escritos, extraordinariamente descritos; mencionamos: “La Casa de las Ventanas de Hierro”, editada  en 1979, “El Balcón de  Bolívar” en 1983”, “Historia de Paraguaná” en  1984 y “Una ciudad de tierra con río de arena” en 1986 y “Antillas y Tierra Firme” en 1990. Este insigne historiador como fundador y Director del Archivo Principal de Coro, se esmeró en recuperar, actualizar esa importante dependencia. Publicó en 1999 dos tomos sobre el régimen de tenencia de tierras en Paraguaná con el título de “Tierras de Falcón”, como interesante  ampliación de su obra  escrita en 1984. Realizó comisiones de estudio y de investigaciones históricas en el famoso Archivo de Indias en España y algunas ciudades europeas. Su gran sueño lo materializa exitosamente con su participación como corredactor en los estudios  de la Universidad  Experimental  Nacional Miranda en lograr el reconocimiento de la UNESCO para declarar a  Coro y el Puerto Real de la Vela Patrimonio Cultural de la Humanidad; recordemos que Coro es el centro urbano permanentemente habitado más antiguo de Venezuela y que después de su designación,  correspondió igual denominación al Parque Nacional Canaima en 1994 y la Ciudad Universitaria de Caracas en el 2000. El área decretada por la UNESCO en Coro, comprende cien hectáreas. Es justo reconocer la labor realizada por las autoridades eclesiásticas y de las honorables familias falconianas Zárraga y Tellería entre otras, por  la preocupación en la conservación de tantos sitios  entre ellas: Las Casas de la Ventanas de Hierro,  del Tesoro y del Sol entre otras. Por su loable labor, recibió innumerables reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellas la de Hijo Ilustre de Coro. Contrajo matrimonio con  María Isabel Zárraga, honorable dama quien le brindo apoyo en sus labores en beneficio de  la investigación y divulgación de la historia falconiana. Al fallecer el 21 de enero del 2014, y como un aspecto trascendental, fue enterrado en  el cementerio anexo a la iglesia de San Nicolás de Bari, en plena Zona Colonial, por la que tanto se preocupó; lugar destinado únicamente para clérigos. La obra dejada por Carlos González Batista, constituyen su legado a las presentes y futuras generaciones y un monumento a su preclara memoria.
Honrar…honra
(*) Gral de Bgda.                                                                 Churuguarero77@gmail.com